Tribunales

Juicio al ex delegado del SUP en Huelva por presunto acoso a un mando

La Fiscalía no ejerce acusación y el denunciante pide siete años de cárcel por delitos contra la integridad moral, calumnias e injurias

Ines Baucells

M. Rosa Font

El que fuera secretario general de l Sindicato Unificado de Policía (SUP) en Huelva, F.G.M., se sienta este martes en el banquillo como presunto autor de un delito contra la integridad moral dirigido hacia el ex jefe del Servicio de Atención a la Familia y Delitos Violentos (SAF/Udev) tras un pulso judicial que se ha alargado durante ocho años.

La causa que se va a ver en el Penal 3 se inició en 2010, a raíz de una denuncia del jefe del SAF, después de que este detuviera a varios agentes del Cuerpo por violencia de género hacia sus respectivas parejas.

«Las primeras presiones se circunscriben a detenciones practicadas contra policías implicado s en delitos relacionados con violencia sobre la mujer en 2008» , señalaba en titular del Instrucción 5 de Huelva –encargado de la investigación- en el auto de transformación de la causa en procedimiento abreviado, por el que procesaba al entonces responsable del SUP, procesamiento que fue confirmado en 2014 por la Audiencia Provincial .

Desde febrero de 2010, llegó a afirmar el instructor F.G.M., llevó a cabo «una conducta incesante de acoso y derribo de la persona y la labor profesional del inspector del SAF» .

La denuncia ha tenido largo recorrido hasta ahora, con un pulso entre el mando y el sindicato policial de mayor peso en el Cuerpo Nacional de Policía y llega a juicio por una sola acusación , la particular. La Fiscalía no ejerce acusación y ha presentado un escrito de conclusiones absolutorias, al considerar que F.G.M. «no llevó a actuaciones con la intención de acosar y atentar contra la dignidad personal y profesional del Inspector jefe del SAF ni de coaccionarle, sino movido por el interés y en el ejercicio de su actividad como representante sindical del sindicato SUP».

Por su parte, la acusación particular le imputa un delito continuado contra la integridad moral , un delito de lesiones, o subsidiariamente un delito de coacciones continuadas. También le acusa de un delito de calumnia contra funcionario en el ejercicio de su cargo y otro continuado de injurias graves con publicidad contra funcionario en el ejercicio de su cargo, con la circunstancia agravante de prevalerse del carácter público que ostentaba el acusado como dirigente sindical.

Por tales delitos solicita cuatro años de cárcel (por el delito contra la integridad moral) o subsidiariamente por el de coacciones, tres años, a los que suma otros dos (calumnias) y 14 meses de multa por injurias. En concepto de responsabilidad civil, pide una indemnización de 750.000 euros , para cuyo pago responsabiliza de forma solidaria al acusado, al Sindicato Unificado de Policía y a la Dirección General de la Policía.

Un policía apuntó a su víctima con su arma

Entre junio de 2008 y febrero de 2009, se llegaron a practicar hasta tres arrestos de agentes de la Policía Nacional que fueron denunciados por violencia machista por sus respectivas mujeres. Los agentes detenidos por orden del denunciante de la causa llegaron a ser cinco en aquel tiempo.

Dos de las primeras detenciones acabaron en la vía judicial y con sentencia condenatoria , una de ellas de nueve meses de prisión y una segunda por maltrato habitual durante más de una década. En este caso, la pena fue de año y diez meses de prisión, con la prohibición de portar armas por tres años.

El agente condenado, que según la sentencia llegó a apuntar a la víctima en la sien con el arma oficial , formaba entonces parte del organigrama del sindicato que representaba el acusado.

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