La Hermandad de Umbrete llega a la aldea tras el duro camino de la Romería del Rocío 2016
La Hermandad de Umbrete llega a la aldea tras el duro camino de la Romería del Rocío 2016 - ABC
ROMERÍA DEL ROCÍO 2017

Caminos de El Rocío: sendas en vías de extinción

Las vías que llevan a la aldea almonteña y los lugares de descanso de las hermandades se han ido reduciendo casi al mismo ritmo que han crecido la devoción rociera y sus necesidades

ALMONTE Actualizado: Guardar
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Más de 60 hermandades de las 119 filiales que existen a día de hoy y otra veintena de asociaciones y agrupaciones rocieras utilizan lo que se conoce como camino de Sevilla para llegar cada año a la aldea del Rocío. Es por tanto la senda que soporta un mayor tránsito de romeros y vehículos, ya sea de tracción animal o mecánica, concretamente 2.700 vehículos y casi 24.000 personas según los datos oficiales que arroja la memoria del Espacio Natural de Doñana, y aunque desde que en 2007 comenzaron a reducirse ambos parámetros como consecuencia de la crisis económica y de las restricciones que la Junta de Andalucía ha ido marcando en el uso de tractores y todoterrenos, la necesidad de habilitar nuevas vías que puedan utilizar los peregrinos se ha convertido en un clamor en el mundo rociero.

Uno de esas sendas sobre las que hermandades y administración mantienen una pugna que de momento impide que vuelva a utilizarse es el antiguo camino de la Marisma, por el que llegaban al Rocío la Hermandad de Lebrija y otras hermandades del bajo Guadalquivir, y que también podrían utilizar aquellas que proceden de la provincia de Málaga. Las filiales y agrupaciones que utilizarían este camino, con el que podrían ahorrar hasta dos días de viaje, cruzarían el río Guadalquivir por la Señuela, recorrerían el muro hasta Huerta Tejada y de allí hasta llegar a Cerrado Garrido, comúnmente conocido como la FAO. Continúan desde ahí a la cancela de la Escupidera y desde ésta, salen a la cancela del Vicioso. Este último tramo entre cancelas es el que provoca el desencuentro entre la dirección del parque y las hermandades, un paso de unos cinco kilómetros que los administradores del entorno no quieren que las filiales transiten a pesar de que estas han manifestado su disposición a renunciar en ese tramo a todos los vehículos de tracción mecánica, que realizarían el camino por otra senda para encontrarse con los romeros después. Desde la cancela del Vicioso, el tramo final hasta la llegada a la aldea sería el tradicional de la vía pecuaria que se conoce como camino de Sevilla y que desemboca en el Puente del Ajolí.

Otra de las vías susceptible de ser recuperada es la conocida comúnmente como camino de los Playeros, utilizada por los yegüerizos almonteños para aquellas yeguas que hacían su rodeo en la Marisma de Hinojos y en su camino hacia Almonte no tenían que cruzar el núcleo del Rocío. Esta senda podría volver a usarse como desvío de la tracción mecánica de muchas de las hermandades que transitan el camino de Sevilla.

Lo mismo ocurre con los imprescindibles lugares de sesteo y pernocta, atiborrados de peregrinos los de cualquiera de los caminos existentes, debido al crecimiento de la devoción rociera, pero que en el caso del camino de Sevilla constituye un auténtico problema de aglomeración, alcanzando niveles preocupantes por la incomodidad y el riesgo al que se expone a los romeros, algo que no se cansa de advertir el presidente de laHermandad Matriz de Almonte, Juan Ignacio Reales.

Así, los rocieros que realizan el camino de Sevilla sólo cuentan con dos espacios para el descanso y los dos gracias a la generosidad de particulares. Uno es Pozo Máquina, que en la actualidad pertenece a la Hermandad del Rocío de Triana, que cede su uso al resto de hermandades en virtud de un convenio de colaboración rubricado con la administración autonómica andaluza. El otro es un espacio anexo al Palacio del Rey, que la familia Noguera, su propietaria, ofrece de forma gratuita. Nada más en un entorno de miles de hectáreas de superficie pública.

Ya en la Asamblea General de Hermandades de 2016, el presidente de la Matriz, Juan Ignacio Reales, aprovechó la presencia de los representantes de la Junta de Andalucía y del Espacio Natural de Doñana para reclamar que, al igual que se había recuperado el extinto camino de Los Tarajales, recién inaugurado por aquel entonces y salvador de la tempestuosa romería del año pasado, la administración debía hacer lo propio con otras sendas tradicionales que habían ido desapareciendo, acuciadas por la presión de un Espacio Natural que cada vez se expande más, y con los lugares de sesteo.

La exigencia fue apuntalada con una frase de Ángel Díaz de la Serna, delegado de Romería de la Matriz, que se ha convertido casi en un lema de la reivindicación: «Doñana no puede poner números clausus a la devoción rociera». El Rocío está en Doñana, es parte de ella y viceversa, aunque la sensación en el mundo rociero es la de estar siendo expulsado de un entorno que le es tan inherente como el propio santuario al que dirige sus pasos en cada romería.

Para las hermandades, que usaron su turno en la pasada Asamblea de 2107 para volver a reclamar la disposición de caminos y espacios de descanso, el germen del atasco reside en el Plan Rector de Uso y Gestión de Doñana (PRUG), un documento que consideran excesivamente restrictivo y tras el que los responsables de los destinos del parque no dudan en parapetarse, haciendo oídos sordos a las reivindicaciones de los rocieros o al menos, no ofreciendo respuesta alguna.

Sin embargo, para las filiales, este bloqueo no está justificado, toda vez que ellas mismas se han encargado de cultivar entre los devotos de la Virgen una conciencia medioambiental creciente que va desde la recogida de basuras hasta la voluntad, muchas veces manifestada, de recortar el número de vehículos mecánicos utilizados en la romería tanto como sea necesario con tal de contar con nuevos caminos y con zonas de descanso adaptadas al número de romeros que peregrinan en la actualidad. Son conscientes de la fragilidad del entorno y están dispuestos a poner su grano de arena para mantener el equilibrio.

Las hermandades provenientes de la zona occidental de la provincia de Huelva, como San Juan del Puerto, Punta Umbría y Ayamonte, entre otras, han vivido con extrema incertidumbre estos días previos a su salida hacia la romería. La última ampliación del Espacio Protegido llevada a cabo en agosto de 2016 ha absorbido los lugares de asentamiento utilizados por estas hermandades. La situación se ha desbloqueado finalmente y las filiales podrán descansar en los lugares acostumbrados en esta romería, pero temen que el año que viene el conflicto vuelva a surgir, imposibilitando la ocupación de unos espacios que se venían utilizando tradicionalmente.

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