PEREGRINACIÓN EXTRAORDINARIA

Calor rociero para combatir el final de enero

La aldea despide la multitudinaria peregrinación de Pilas, Triana, Villanueva del Ariscal y Gibraleón en una jornada fría en la que ha imperado la normalidad y el buen ambiente

Peregrinoes en el Rocío M. A. J.

MIGUEL ÁNGEL JIMÉNEZ GARCÍA

La primera gran cita rociera del año ha culminado sin incidentes y con la satisfacción de las cuatro filiales protagonistas de la peregrinación extraordinaria del último fin de semana de enero –Pilas, Triana, Villanueva del Ariscal y Gibraleón-, de haber podido cumplir con uno de los compromisos que las hermandades rocieras se fijan como objetivo en cada ejercicio. El tiempo no ha acompañado. De hecho, en muchos momentos ha sido un auténtico incordio tener que aguantar las notables rachas de viento frío cargadas de arena y polvo, pero los romeros han soportado el mal clima con buen humor y con la determinación de quien sabe que va a alcanzar una meta más como cristiano y como rociero: volver a presentar sus respetos ante la Blanca Paloma en su Santuario Nacional.

Precisamente el Santuario, como metáfora de espacio espiritual, ha servido como pie para desarrollar su homilía a Manuel Sánchez, director espiritual de la Hermandad del Rocío de Triana , la más multitudinaria de las cuatro filiales –más la no filial de Marchena, que también acudía hoy a su presentación extraordinaria-, que han peregrinado a la aldea almonteña. En concreto, Triana ha acudido al Rocío arropada por 700 romeros en su salida desde el paraje de Pozo Máquina, enclave que utiliza de punto de partida después de celebrar un oficio religioso desde 2016, cuando retomó una tradición que había perdido durante tres décadas.

El sermón de Sánchez ha supuesto un llamamiento a los devotos a que se «atrevan a preguntar al Señor qué quiere de nosotros» , una práctica que no ha dudado en calificad como «un deporte de riesgo». «Ven y acepta el reto de preguntar, tú que tantas veces has venido aquí pidiendo», ha instado a los fieles. «Arriesguen, cuestionen, pregunten, miren a la Virgen y aprendan de Ella», que ejemplifica el hecho de «no ponerse a sí misma en el centro sino dejar espacio a Dios, a quien encuentra tanto en la oración como en el servicio al prójimo».

Una pregunta, «qué quiere de nosotros Jesús Nazareno» , que también se hizo Lope de Vega, a quien ha recitado el director espiritual de Triana para alcanzar una respuesta rotunda y generosa: «no quiere nada, sólo te quiere a ti. Sueña con tu felicidad, con poder contar contigo, con que vivas la vida desde el Evangelio», ha continuado para un Santuario atestado de romeros. Tanto ha sido así que la Hermandad de Pilas se ha visto obligada a esperar en la explanada de acceso al Santuario para poder acceder al mismo hasta que los trianeros han podido desalojar el templo.

Antes de comenzar su misa, las filiales de Triana y Villanueva del Ariscal han protagonizado una de las estampas más hermosas de la jornada, cuando sus simpecados han coincidido por un momento a la entrada del templo.

Tras las eucaristías de cada una de las filiales han dado comienzo en las casas de hermandad los almuerzos de convivencia , en los que, como es habitual, no han faltado los cantes, los bailes y el buen ambiente.

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