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Más de 5.000 almonteños se congregan en el monumento a la Saca de las Yeguas para escuchar el manifiesto de los ganaderos.
SACA DE LAS YEGUAS

Los almonteños se echan a la calle para apoyar a sus yegüerizos

Más de 5.000 personas acompañan a los ganaderos en la manifestación que reclama a la Junta la cría de las yeguas marismeñas en su hábitat natural

ALMONTE Actualizado: Guardar
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Los yegüerizos almonteños hicieron un llamamiento a sus vecinos y estos han respondido con creces a pesar de la premura y los escollos que han tenido que salvar para poder organizar una manifestación destinada a reclamar a la Junta de Andalucía el espacio necesario para seguir criando a las yeguas marismeñas en su hábitat natural: los humedales de Doñana. Así, más de 5.000 personas se han sumado a la protesta que partía desde la calle Los Llanos con cierto retraso y recorría las calles La Marmoleja y Feria, para acabar en el Monumento a la Saca de las Yeguas, donde se ha dado lectura a un manifiesto. A pesar de la petición de colaboración de la Asociación Nacional de Criadores de Ganado Marismeño, organizadora de la protesta pacífica, al Ayuntamiento de Almonte, el Consistorio no ha procedido a la retirada de los vehículos de las calles por donde debía discurrir la manifestación, como tampoco ha dispuesto escenario o megafonía, algo que finalmente solventaron los ganaderos por medios propios.

Sin embargo, la convocatoria ha sido un éxito. Los ganaderos han avanzado arropados por miles de vecinos, familias enteras que con su presencia han querido transmitir su apoyo a la postura de los yegüerizos, que han transitado en silencio en un ambiente marcado por la desazón provocada por el incendio que afecta al entorno de Doñana. Precisamente a este hecho y a los efectivos que derrochan sus esfuerzos a luchar contra las llamas han dedicado los ganaderos las primeras palabras de su discurso, secundadas por un sonoro aplauso de los presentes.

En el manifiesto, los yegüerizos han querido hacer balance de las circunstancias que les han llevado por primera vez y «con gran dolor» a suspender la tradicional Saca de las Yeguas, una costumbre que venía celebrándose desde 1504 y a la que los almonteños, a juzgar por la masiva presencia de participantes en la protesta, no están dispuestos a renunciar. Punto por punto han desgranado los sucesos de los últimos años que han desembocado en la situación presente y han ensalzado y exigido un regreso a los usos tradicionales que siempre se han desarrollado dentro de Doñana. Labores como el pastoreo, la cría de ganado, la agricultura tradicional, la apicultura y el carboneo, han sido señaladas como elementos que equilibran el entorno. Los ganaderos denuncian la instauración por parte de los gestores del parque y de la Junta de Andalucía de lo que ellos denominan «un mito irreal, el de la Doñana salvaje» y han reivindicado la presencia del hombre «en un espacio que ha llegado a nuestros días en perfecta de conservación y que es producto de la simbiosis entre el medio natural y sus pobladores».

Antes de disolverse una de las protestas más multitudinarias que se recuerda en Almonte, los ganaderos han dicho no estar dispuestos a «seguir siendo humillados, tratados como extraños en nuestra casa, que es Doñana», y han exigido a la Junta de Andalucía que sus yeguas cuenten con un espacio adecuado en las marismas de Doñana situadas en el término municipal de Almonte.

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