El viceconsejero andaluz de Salud se querella contra Spiriman

Todo superhéroe ha de tener su supervillano, y el de Spiriman sería el viceconsejero de Salud, Martín Blanco. Después de cinco meses de silencio en los que Spiriman –al frente de las movilizaciones por la sanidad pública en Granada– le ha acusado en numerosas ocasiones de ser un corrupto, entre otras cosas, Blanco ha denunciado al médico Jesús Candel por los presuntos delitos de injurias y calumnias en base a un escrito anónimo que el doctor leyó en un vídeo el pasado 2 de noviembre.

La citada carta anónima llevaba adjunto un documento oficial del comité de empresa de la Escuela Andaluza de Salud Pública –de la que Blanco fue gerente en una etapa plagada de irregularidades, tal y como señaló la Cámara de Cuentas en un informe– dirigido a su actual director.

El comité de empresa informaba de un posible caso de enchufismo en el que estaría implicada la directora de Investigación, María José Sánchez, que también se ha querellado contra Candel. Según el comité de empresa, Sánchez –de baja laboral– habría participado activamente en la contratación de un sobrino suyo.

Sin embargo, siempre según el denunciado, la querella interpuesta por Blanco y Sánchez no tendría que ver con esas acusaciones, sino que únicamente haría referencia a una afirmación del escrito anónimo, en el que se dice que «ambos estuvieron ya imputados hace varios años por un delito contra el patrimonio de la Junta de Andalucía».

Spiriman VS White

El enfrentamiento del álter ego de Jesús Candel con Martín Blanco –al que se dirige como Martin White– viene de largo. Después de que Spiriman se hiciera famoso por salir a la palestra en redes sociales para denunciar el desaguisado de la fusión hospitalaria de Granada, diversas personas se pusieron en contacto con Candel para hacerle saber numerosas supuestas irregularidades que implicarían a Blanco. Spiriman ha ido dando difusión a través de sus vídeos a muchas de estas denuncias y las que restan serán aportadas a la Asociación Justicia por la Sanidad, que se ha constituido precisamente para judicializar los presuntos casos de corrupción.

Lo cierto es que Blanco no se ha defendido en ningún momento de estas acusaciones. El viceconsejero de Salud se ha limitado a guardar silencio mientras maniobra en la sombra que le proporciona Susana Díaz, preocupada por cómo pueda afectar la crisis sanitaria desatada a sus aspiraciones dentro del PSOE. Lo cierto es que la carrera de Blanco está bajo sospecha y la Junta de Andalucía no ha sido capaz de explicar informaciones comprometedoras publicadas por ABC, como la compra de medicamentos con sobrecostes o la relación de Blanco con fundaciones opacas vinculadas a empresas privadas que luego contrataba.