AYUNTAMIENTO DE GRANADA

Así serán las próximas municipales de Granada: el «yeah» de Spiriman, nuevos partidos y rupturas

A falta de un año para las elecciones locales, las formaciones comienzan a tomar posiciones que vaticinan cambios en el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Granada, en una imagen de archivo. ABC

Leo Rama

Cuando parecía que la llamada nueva política había dado de sí todo lo posible, Granada promete afrontar sus próximas elecciones municipales con inusitados movimientos partidistas que vaticinan cambios significativos en la representación local de los años venideros. Además de los partidos clásicos, y tras el afianzamiento Podemos y Ciudadanos, a los siguientes comicios en la capital concurrirán varias formaciones de nueva creación que podrían fragmentar todavía más el ya heterogéneo pleno del Ayuntamiento , con 27 concejales de cinco colores distintos.

El caldo de cultivo de los cambios que vienen ha sido el insólito despertar ciudadano que ha experimentado Granada en el último año. El éxito de los diferentes movimientos sociales que han tomado la calle para reivindicar mejoras en la capital, o para evitar la pérdida de competencias, tendrá su traducción en las urnas. Y uno de ellos ya ha dado oficialmente el paso hacia su constitución como candidatura de cara a las próximas elecciones, y tiene nombre y apellidos: Juntos por Granada .

Resurgir regionalista

Se trata del movimiento que en la primavera frenó la dispersión de salas del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía en favor de otras capitales autonómicas. Ante la buena respuesta ciudadana y mediática, pronto los integrantes de Juntos por Granada comenzaron a mantener reuniones con diversos organismos para seguir defendiendo causas en favor de Granada, pues esa es una de las peculiaridades de esta formación: su marcada vocación regionalista .

Con un discurso que rechaza frontalmente el « centralismo sevillano» , Juntos por Granada promete batallar contra el autonomismo andaluz, tal y como está concebido, en un pretendido resurgir regionalista que apela a la historia –hasta remontarse a la época zirí– para explicar la paulatina pérdida de peso político de la provincia en distintos ámbitos. Es el discurso que mantiene el exconcejal socialista César Girón , que hace unos días se dio de baja del PSOE y, según ha podido saber ABC, sería el líder de esta candidatura, que podría encontrar un rival directo en Más Granada, otro partido que está maniobrando para participar en las próximas elecciones.

Podemos, sin Vamos

A falta de más de un año para la celebración de las municipales, cualquier vaticinio corre el riesgo de quedar en anécdota. Queda tiempo para despejar algunas incógnitas, como la fórmula que empleará Podemos para presentarse en los siguientes comicios . Actualmente, la formación morada se integra en una confluencia: Vamos Granada. Pero las evidentes tensiones internas, que han llegado a los tribunales, hacen sospechar –y así lo reconocen en los mentideros algunos de sus dirigentes– que Podemos y Vamos Granada concurrirán por separado .

La directiva provincial y regional de Podemos está en desacuerdo con la política que ha seguido su secretario general en la capital, Alberto Matarán, afanado en proponer una candidatura ciudadana, mientras que otros dirigentes abogan por presentarse directamente como Podemos y dar por disuelta la confluencia que en esta legislatura les ha servido de paraguas. Con los concejales del grupo municipal enfrentados, todo apunta a que Luis de Haro y Pilar Rivas abandonarán Vamos Granada, cuya « propiedad» caería en manos de Marta Gutiérrez , próxima a Matarán.

Por otro lado, resta por saber si Podemos e Izquierda Unida –que cuenta con un único concejal en Granada– irán de la mano en 2019, como sucedió en las pasadas elecciones general.

El «yeah» de Spiriman

La rebelión sanitaria que emprendió en 2016 el médico Jesús Candel , más conocido como Spiriman , ha sido –con diferencia– el asunto que más impacto y recorrido ha tenido en Granada. Su sorpresiva intromisión en la agenda pública obligó a la Junta de Andalucía a dar –después meses de intensas movilizaciones– marcha atrás a la fusión hospitalaria, cuyo proceso de reversión no estará completado, al menos de momento, hasta la primavera de 2018.

Con su móvil y su reconocible grito de guerra, el famoso «yeah», el carismático Spiriman se ha convertido en un líder que cada vez suma más seguidores que consumen con devoción sus vídeos críticos con la Junta de Andalucía o el propio Ayuntamiento de Granada. Cierto es que ha negadoen numerosas ocasionescualquierintención de integrarse en una lista, pero tampoco ha ocultado su deseo de apoyar una candidatura ciudadana con «gente digna», como ha reconocido en sus últimas entrevistas.

Llegado el caso, si Candel consiguiera explicar a sus seguidores el porqué de su «sí» –«yeah»– a una formación política, dicha candidatura no tendría dificultades para irrumpir en el Ayuntamiento de Granada . Son miles los incondicionales de Spiriman; en su mayoría, mujeres, madres que podrían arrastrar el voto de sus familiares. Éxito asegurado a tenor de los datos: apenas hacen falta unas 4.000 papeletas para conseguir un concejal en Granada y Candel ha demostrado tener un extraordinario poder de convocatoria.

¿Democracia o ingobernabilidad?

Al margen las interpretaciones subjetivas, es innegable que el surgimiento de nuevas opciones políticas tendrá un impacto determinante en la configuración del pleno y obligaría a llegar a acuerdos para garantizar la gobernabilidad del Ayuntamiento de Granada , donde los sobresaltos han sido constantes desde que el Partido Popular perdió su mayoría absoluta y se propició un cambio en la Alcaldía –ahora ocupada por el PSOE con el apoyo de Ciudadanos– a raíz de la detención del exalcalde en la Operación Nazarí. A todo lo anterior habría que sumar los previsibles movimientos internos en las formaciones que ya cuentan con representación municipal en una capital a la que no faltan los problemas, pero sí el dinero .

Con una deuda de cientos de millones de euros y sin un modelo sólido de ciudad al que aferrarse, la aparición de partidos podría fragmentar aún más el heterogéneo pleno municipal, que cuenta con 27 concejales de cinco formaciones distintas. Los politólogos consultados por este periódico advierten –ante este panorama– de la dificultad que supondría alcanzar pactos, ya sean para gobernar o puntuales. O no. Todo está en el aire .

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