Juicio por el caso Romanones
Juicio por el caso Romanones - L.R.
TRIBUNALES

El padre Román, durante el juicio por presuntos abusos: «No he dado besos en la boca en mi vida»

El cura acusado del caso Romanones ha declarado que sus sentimientos hacia 'Daniel' eran de «amor fraternal»

GRANADA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El padre Román, único acusado en el juicio del caso Romanones, ha declarado este lunes en la sala segunda de la Audiencia Provincial de Granada. Se trata de la primera de nueve sesiones que tendrán lugar a lo largo de los próximos días. La Fiscalía pide para el sacerdote una pena de nueve años de cárcel por un presunto delito de abusos sexuales con acceso carnal por unos hechos que el cura ha negado de forma tajante.

Román M. V. C. ha explicado en el juicio su relación con el joven denunciante, Daniel –nombre ficticio–, al que conoció poco antes de que éste hiciera su primera comunión y por el que sentía «amor fraternal». «No he querido captar a nadie nunca», ha asegurado Román en referencia al denunciante, sobre el que ha dicho que tenía problemas familiares y fue acercándose a su parroquia de forma paulatina.

Habitaciones, masajes y besos

«Le gustaba estar cerca de nosotros», ha apuntado el padre Román, pues Daniel, cuando aún era menor de edad, se quedó a dormir en varias ocasiones en la casa parroquial. «Tenía una habitación que había libre, de invitados», y ha negado que compartiera en ninguna ocasión habitación con él: «De ninguna manera, por mi estilo, no me va; es algo que no me entra en la cabeza». Sí ha reconocido haber recibido masajes con aceite, aunque ha aclarado que se trataba de un tratamiento por los dolores de espalda que padece.

La Fiscalía le ha preguntado por varios jóvenes, además del denunciante, con las que tuvo contacto el párroco. Ellos, incluso algunas mujeres, también se quedaron a dormir en la casa comunitaria. Pero Román ha negado cualquier relación de tipo sexual con todos ellos: «En absoluto. […] No he dado besos en la boca en mi vida». «Están haciendo ver no sé qué; aquello es una casa respetadísima, no tiene nada que ver con este asunto», ha contestado con cierto enfado el acusado ante la insistencia de la Fiscalía.

Según el padre Román, la marcha de Daniel de la casa parroquial se debió a la relación que éste mantenía con otra joven: «Llevaba una doble vida». Daniel se habría comprometido a cortar la relación para continuar con su carrera sacerdotal, pero la ruptura no habría llegado a completarse y provocó momentos de tensión entre ellos. «Me tuve que levantar, me parecía que iba a pegarle [a su pareja]», ha asegurado Román: «Ella me dijo que era muy acosador… La mantenía siempre a raya, le escribía mensajes todos los días diciéndole las barbaridades más gordas». A raíz del desencuentro entre el denunciado y el denunciante, Daniel dejó de pernoctar en la casa y el contacto entre ambos se enfrió, aunque durante años mantuvieron cierta relación.

El padre Román a la salida del juzgado
El padre Román a la salida del juzgado - L.M.

«Frases de amor» en Messenger

El abogado de la acusación le ha preguntado a Román por la «recuperación» de archivos de su ordenador y su correo electrónico: «Hay frases de amor entre Daniel y usted». En concreto, el letrado ha hecho referencia a una frase que le envió el padre Román a Daniel a través del programa de mensajería Messenger, cuya transcripción forma parte del sumario: «No te di todo la última vez, me gustaría revivir muchas cosas», a lo que David contestó: «Y a mí, créeme».

Según el abogado de la acusación, esa y otras expresiones –como «no me arrepiento de nada de lo que he vivido contigo y quiero seguir adelante»– demuestran la relación de «puro amor» que había entre ambos.

Prueba clave

Tal y como estaba previsto, el primer asunto que ha debatido el tribunal antes del inicio del juicio ha sido la petición –por parte de la defensa– de anular el expediente canónico que le abrió la iglesia católica al padre Román, cuyo contenido se desconoce.

Tanto el Ministerio Fiscal como la acusación han pedido que las declaraciones contenidas en dicha prueba, que podría ser clave, sí debe ser tenida en cuenta. En ese sentido, el abogado que representa al Arzobispado de Granada únicamente ha pedido que «se esclarezca la verdad». Finalmente, el juez ha decidido no admitir la petición de nulidad y decidirá si cuenta como prueba en el momento de valorar la sentencia.

Sigue el juicio

La de este lunes ha sido la primera de las nueve sesiones del juicio. El padre Román llegó a estar imputado junto a otros nueve curas y dos laicos, pero la Audiencia Provincial de Granada declaró que los posibles delitos del resto habían prescrito. Los sacerdotes que estuvieron implicados en un principio declararán en los próximos días en calidad de testigos.

También como testigo acudirá al juicio el arzobispo de Granada, Javier Martínez, dado que el Arzobispado es responsable civil subsidiario en esta causa. La declaración de Martínez está prevista para el 10 de marzo.

El Papa Francisco le animó a denunciar

El «caso Romanones» comenzó cuando el joven denunciante, Daniel, que actualmente tiene 25 años, escribió una carta al Vaticano en la que relataba que había sido víctima de abusos sexuales desde los 14 hasta los 17 años. El propio Papa Francisco le llamó para disculparse en nombre de la Iglesia, ofrecerle su apoyo y animarle a denunciar.

Tras este episodio, el joven informó a la Fiscalía Superior de Andalucía a finales de 2014 sobre los hechos. El padre Román, otros dos sacerdotes más y un profesor de Religión fueron detenidos y posteriormente liberados con cargos. El Papa Francisco se pronunció públicamente cuando la noticia de los supuestos abusos salió a la luz: «La verdad es la verdad y no debe esconderse».

El abogado defensor ha aportado este mismo lunes una carta de la Secretaría de Estado del Vaticano en la que la Santa Sede afirma al respecto que «confía en el principio de inocencia», así como en la «independencia absoluta de los tribunales».

Ver los comentarios