TRIBUNALES

Juana Rivas revela en Telecinco la «pesadilla» que vivió con el padre de sus hijos y las razones de su huída

Afirma que recibió «palizas e insultos» de su expareja y que la Justicia española no la ha escuchado

Juana Rivas en los juzgados de Granada EFE/Pepe Torres

JAVIER MACÍAS

Juana Rivas , la madre de Maracena (Granada) que se llevó a sus hijos para no devolvérselos a su expareja, ha concedido una entrevista en Telecinco donde ha explicado la «pesadilla» que ha vivido y los motivos que le llevaron a obviar la Ley, por lo que está acusada de sustracción de menores y desobediencia a la Justicia .

En la entrevista en el programa de Ana Rosa, en el que se ha mostrado afectada por lo sucedido, que la ha colocado en la primera plana de los medios de comunicación en las últimas semanas, ha realizado un relato de los hechos definiéndose a sí misma como una mujer maltratada y analizando la relación que tuvo con el padre de sus hijos, Francesco Arcuri .

Juana Rivas ha afirmado que quería dar «un paso adelante» y explicar su pretensión de escapar y estar escondida era para que la escuchasen antes de que «se llevaran a mis hijos». Ha intentado hacer un retrato de cómo ha sido la convivencia con su expareja en las dos etapas que mantuvo de relación sentimental y de las que nacieron sus dos hijos. «Decidí salir de allí porque iba convertir a mis niños en unos desgraciados viendo ese ejemplo. Es un terror vivir en una pequeña isla , con una custodia compartida para que me siga manejando a sus anchas», ha apuntado.

Ha calificado a su expareja como un hombre celoso, controlador , incapaz de controlar sus impulsos y que le propinó «palizas e insultos graves».

¿Cómo se conocieron?

Rivas, con la ayuda de la entrevistadora, ha ido desgranando su relación desde que se conocieron en Inglaterra . «Allí veía sus celos como algo normal. Luego nos venimos juntos a España , hasta 2009. En esta época, si yo decía de salir, me lo impedía de mil maneras». El maltrato, según ha indicado, comenzó en Italia , «la noche que le pedí que me dejara volver a España de vacaciones . En la cama se me acercó al oído y comenzó a insultarme en italiano y, para que no me durmiera, me tiraba al suelo para que lo escuchara. Me vine finalmente pensando que no lo iba a ver más pero un día, me dolía mucho el vientre y fui al médico. Descubrí que estaba embarazada . Sólo había mantenido una relación sexual con él».

Cuando se lo dijo por teléfono, según explica, «yo no pensaba volver, tenía mucho miedo, pero me dijo que lo perdonara, que había sido un episodio aislado y que no se lo dijera a nadie». Francesco Arcuri se trasladó a Granada y se quedaron juntos. «Estaba embarazada de cinco meses y me quitó contacto con todos , no quería que fuera a casa de mis padres, a visitar a mi hermana o que vinieran amigos a casa».

La primera denuncia la puso cuando, una noche, logró escaparse de casa y, al volver, «nada más meter la llave, me cogió del pelo y me dio golpes por toda la casa. Me insultó y me dijo que le dijera el nombre del hombre con el que había estado. Le cerró la puerta a mi hijo. Me decía que mi cuerpo daba asco. Me daba tortazos para que no me durmiera y patadas en el suelo».

Por mediación de un conocido, acudió a un médico y reconoció en la consulta que había sido maltratada por su pareja. «Vi que allí estaba la policía pero yo no quería salir. Me llevaron al Instituto de la Mujer y fue allí donde comprendí que era una mujer maltratada. Llamaron a un abogado de oficio y a una psicóloga. Puse la denuncia», ha señalado Juana Rivas.

A su expareja le pusieron una orden de alejamiento durante un año y tres meses y tres meses de prisión. «Él se declaró culpable y me dijo que me quería, pero yo no quería mirarle», ha afirmado. La madre de Maracena ha contado que durante ese tiempo, recibió varias cartas de amor de Francesco Arcuri pidiéndole perdón. Rivas asegura que «accedo a escucharlo porque me lo pedía mi hijo al terminar la orden de alejamiento. Sólo quería tomarse un café. Un día accedí».

Francesco Arcuri en una imagen reciente AFP PHOTO / JORGE GUERRERO

¿Por qué volvió con él?

Juana Rivas ha desvelado que en esa época estaba «muy saturada» con su negocio, una tienda ecológica, que le impedía pasar más tiempo con su hijo. Por entonces, ella tenía otra pareja pero Arcuri no lo sabía. «Él se fue de vacaciones y yo me fui con mi novio. Cuando lo descubrió, dejó de pasarme la pensión. A él le tocaba llevarse al niño pero se los llevó cinco meses» . Por ello, Rivas acudió al juzgado a poner una denuncia por sustracción de menores , la misma por la que ella está siendo acusada en la actualidad.

«Nadie me hizo caso y él me decía que le daba igual la ley española, que él era padre como yo». La madre de Maracena ha revelado que consiguió que le devolviera al hijo por mediación de unos amigos.

Después de que pasara varias veces las Navidades con su padre, «a la cuarta me dolía que no las pasara en España. Entonces, él se alquiló una casa en el Albaicín (Granada), y ese mes me convenció de que era un ángel. Me planteó un sueño de la infancia que era montar un hotel rural en la Alpujarra y me cortejó con eso. Pasamos un mes estupendo y mi familia no lo entendía. Vi que había cambiado y volví a abrirle mi corazón. Fue entonces cuando me quedé embarazada de mi segundo hijo y nos mudamos a Italia». Allí comenzó de nuevo su «pesadilla», aunque ha reconocido que no ha habido testigos de las palizas, pero sí de los golpes e insultos.

La Nochevieja de 2016

Esas Navidades las pasaron juntos en Italia, con los padres de su expareja, «que me trataban con mucho cariño». Así, convenció a Arcuri para que fueran a celebrar la Nochevieja en un bar con música . «Él fue al baño y le pedí un cigarro a unos chicos. Mientras me lo encendían, llegó él, me cogió del brazo y empezó a decirme que era una sinvergüenza. Me registró por si me habían dado sus teléfonos y me sacó de allí a rastras . Por la calle, la gente se apartaba y nadie decía nada. Al llegar al coche, me dio un puñetazo , me rompió el labio y me dejó un moratón grande», ha contado.

Entonces, comprendió que «tenía que proteger a mis hijos». La asesora jurídica del Instituto de la Mujer «me dijo que lo único que podía hacer era irme . Vi que este hombre iba a tener siempre contacto conmigo. Decidí salir de allí porque iba convertir a mis hijos en unos desgraciados viendo ese ejemplo. Es un terror vivir en una pequeña isla, con una custodia compartida para que me siga campando a sus anchas».

Juana Rivas ha pedido a la Justicia española, ante las cámaras de Telecinco, que «no me manden a este infierno . Llevo como unos tres meses que he recuperado la salud, desde marzo tengo una casa, no quiero volver». En estos últimos días, desde que se los devolvió al padre, Rivas afirma que cuando llama a los niños el padre le coge el teléfono y le cuelga sin decir nada.

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