TURISMO

Diez miradores para perderse y encontrarse en Granada

Atardeceres imposibles, conversaciones que se extienden hasta la madrugada y las panorámicas más sobrecogedoras de la ciudad

Granada Actualizado: Guardar
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  1. San Miguel Alto

    San Miguel Alto se ha convertido en los últimos años en uno de los miradores más frecuentados de Granada. Su altitud ofrece una completa panorámica de 180 grados: es la recompensa del que sube el empinado camino de subida hacia la ermita sobre la que escribió el mismísimo García Lorca. El Ayuntamiento de Granada adecuó este balcón hace unos años y desde entonces no ha parado de ganar adeptos para los que subir a San Miguel Alto se ha convertido en un plan habitual.

  2. San Nicolás

    «La más bella puesta de sol del planeta», afirmó el expresidente de los EEUU, Bill Clinton, desde el Mirador de San Nicolás cuando visitó Granada a finales de los 90. A nadie sorprende actualmente que San Nicolás sea la joya de los miradores granadinos. No hay turista que visite el Albaicín sin hacer una parada en el mirador de San Nicolás, siempre frecuentado por artesanos y músicos que amenizan las vistas de la Alhambra y el Generalife con alguna canción rumbera que quiere ser flamenca.

  3. Iglesia de San Nicolás

    Si el mirador de San Nicolás impresiona, la torre de la iglesia que le da nombre es aún más sorprendente. Por 2 euros –dinero que va destinado a la reconstrucción de la iglesia, cerrada al culto desde hace años el visitante puede disfrutar una estampa de 360 grados en la que no faltan la Alhambra, el Generalife, el Sacromonte, el Albaicín y todo el cinturón metropolitano que se extiende por la Vega.

  4. Placeta Álamo del Marqués

    Mucho menos conocido es la Placeta Álamo del Marqués. Se trata de un mirador de nueva construcción, ubicado junto a la Casa del Almirante de Aragón, un edificio señorial del siglo XVI del Albaicín. Desde este enclave se contempla la almendra de la ciudad, como si del suelo florecieran los edificios. Por encima de todos ellos se imponen la Catedral de Granada y su Capilla Real.

  5. Placeta de Carvajales

    Carvajales es uno de los rincones menos conocidos y sin embargo más bellos del Albaicín. Se esconde tras un laberíntico paseo por las estrechas calles del barrio encalado. Las vistas desde esta placeta sugieren una Alhambra distinta, más próxima al observador y coronada por la Torre de la Vela, que se erige sobre un monte vegetal.

  6. Alhambra Palace

    No tienen precio las vistas, pero sí, y no es precisamente popular, el café que sirve este hotel ubicado en la cara «B» del bosque de la Alhambra. En el Palace, construido a comienzos del siglo XX ante la incipiente masa de turistas que querían conocer la fortaleza roja, se han hospedado todo tipo de personalidades. Por ejemplo, presidentes del gobierno, como Gorbachov (URSS), Batista (Cuba) o De Gaulle (Francia); incluso el mismísimo Dalai Lama. La lista la completan conocidas actrices, escritores o reyes, desde Felipe VI hasta su bisabuelo, Alfonso XIII, quien inauguró este hotel en 1910.

  7. San Cristóbal

    San Cristóbal marca el simbólico comienzo del Albaicín. Mira de cara a una de las zonas más vetustas y olvidadas de Granada: la muralla zirí, dinastía previa a la nazarí, que sufre el olvido de las instituciones que permiten el peligroso –en verano– crecimiento de las malas hierbas y el continuo asedio de las pintadas vandálicas. Detrás de las ruinas que se dejan ver desde este enclave de la Carretera de Murcia, la Alhambra se intuye en un segundo plano.

  8. Mirador de la Renfe

    Una panorámica privilegiada desde lo que antes era vega. El mirador de Camino de Ronda –la calle más larga de Granada– se localiza sobre las vías del tren a su llegada a la estación local, que libra de edificios las vistas al frente y permite disfrutar de una completa estampa en la que no faltan la Alhambra, el Albaicín y Sierra Nevada. Paradójicamente, la zona está completamente desaprovechada. Los edificios contiguos se encuentran en estado de abandono. Ni siquiera hay bancos para sentarse a contemplar una imagen de la que sólo disfruta el peatón que pasa por allí. En sí, este enclave no se caracteriza por su belleza, pero está previsto que mejore de forma considerable con la pasarela proyectada que conectará Camino de Ronda con el barrio de los Pajaritos.

  9. Mirador de Simona

    Carece de nombre oficial. Hubo quien lo bautizó como Mirador de Simona, otros se refieren a él como Mirador de las Columnas. De nueva construcción, se ubica a las espaldas del Hotel Alixares, en el Barranco del Abogado, a sólo unos metros a pie del Carmen de los Mártires, el Cementerio o la Alhambra. Una vereda escoltada por olivos lleva hasta este balcón que mira a la Vega de Granada; a la izquierda, Sierra Nevada.

  10. Mirador del Genil

    «Va entre naranjos y olivos», escribió García Lorca sobre el Río Guadalquivir, que se nutre -cada vez menos- del Genil, el cual atraviesa la ciudad. Y es ahí, a la altura del capitalino Paseo del Salón, donde su cauce regala una vista sinigual de Granada.

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