El bloqueo del AVE a Granada degenera en bronca electoralista

El alcalde de Granada, Francisco Cuenca, del PSOE, se había empeñado en una reunión con el Ministerio de Fomento a cuenta de la llegada del AVE a Granada, desde principios de año aplazada sin fecha. Este martes, a cinco días de las elecciones generales, ha tenido lugar ese encuentro con el resultado previsto dado con un Gobierno en funciones: ninguno.

Como diría el refrán, ha habido mucho ruido y pocas nueces. El ruido estuvo incluso en el tono previo a la reunión con el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, que no autorizó que en la reunión en la Subdelegación del Gobierno entraran representantes de los movimientos ciudadanos que defienden la llegada del AVE soterrado a la ciudad de la Alhambra y una variante en Loja que evite el paso por el municipio.

El alcalde, acompañado en todo momento por su compañero de partido José Entrena, presidente de la Diputación Provincial, negoció dentro con el Gobierno, y en la puerta con vecinos y portavoces municipales, quienes sí estaban invitados a pasar para llegar a la conclusión de que solo entrarían ellos dos.

Ello provocó el malestar de la portavoz municipal del Partido Popular, Rocío Díaz, que avisó desde primera hora de la estrategia «electoralista» del regidor el cual se reivindicó subiendo la voz cuando Gómez-Pomar, ya en tono bronco, le afeó que dejaba fuera de la reunión a los representantes de los ciudadanos.

Y ahí sacó Cuenca que «el representante de los ciudadanos es este alcalde». En su opinión, «bastante desprecio» ha padecido Granada con este tema en torno al cual hay una «manipulación permanente» por lo que el Gobierno habría de pedir «disculpas a todos los ciudadanos».

La reunión comenzó ya sin voces ni comentarios altisonantes y siempre con cero perspectivas de resultado cuantificable alguno. Los malos presagios se cumplieron.

Las obras de instalación de plataforma están paradas en Loja porque la adjudicataria pretende un modificado del contrato por un valor superior al 10 por ciento que tiene «difícil encaje legal», explicó el secretario de Estado que se ha comprometido a solucionar el entuerto reuniéndose con la empresa.

El alcalde ha dado un plazo de entre 15 y 20 días para que se desbloquee la situación o exigirá que el tren llegue aunque sea por las vías antiguas para evitar el aislamiento ferroviario actual con ciudades como Madrid o Sevilla. Fomento en principio no contempla esta opción y confía en que en «unos meses» el AVE llegue a Granada.

El resultado de las elecciones generales del domingo 26 de junio influirá a buen seguro en esa nueva petición, que ya irá sin el revestimiento electoralista que lo ha cubierto todo en las últimas semanas. Preguntado Cuenca por si no le preocupa que la reconexión ferroviaria tradicional demore por años la llegada del AVE, contestó: «no lo voy a permitir».

En cuanto al soterramiento a la entrada de la ciudad, se sigue dejando para una segunda fase actualizando cifras y contenidos del convenio firmado en 2008 entre las administraciones. Contemplaba una estación diseñada por Rafael Moneo que fue rechazada cuando llegó la crisis, pero ahora se retomaría la idea de mejora del entorno del barrio de La Chana por el que entra el tren.

La rehabilitación de la estación, según la información facilitada por Fomento, sigue su curso y en septiembre está previsto que estén terminadas las vías y en diciembre el edificio.

Aún en Subdelegación, Julio Gómez-Pomar mantuvo un encuentro posteriormente con de PP, PSOE y Ciudadanos al que rehusaron acudir Vamos Granada, IU, plataformas vecinales y agentes económicos que en un principio habían sido convocados. Y luego se trasladó a la Confederación Granadina de Empresarios donde, con la asistencia de cargos provinciales del PP, dio también explicaciones de los retrasos de la llegada del AVE.

Sin dar fechas, al igual que lo hiciera Ana Pastor, ministra de Fomento en funciones, la pasada campaña electoral, pero seis meses después y sumando retrasos.