Viaje a la Córdoba del 98 de la mano de los Romero de Torres

El 98, así, sin años, se refiere sobre todo a la historia y a la literatura, y ambas relacionadas. En 1898, España perdió las últimas colonias relevantes de Ultramar: Cuba, Puerto Rico y Filipinas, lo que dio lugar a una profunda crisis nacional que llevó a la reflexión sobre el atraso del país. En el mundo de las letras, varios escritores encarnaron esta preocupación. También la pintura, sin embargo, tuvo su pequeño 98. El Museo de Bellas Artes de Córdoba acoge una exposición que muestra a los artistas de la ciudad que trabajaron en esta época de crisis y en cómo reflejaron lo que estaba sucediendo en el exterior, y en concreto la familia Romero de Torres, que por entonces tenía una gran actividad.

«La familia Romero de Torres y el 98» es el título de esta exposición, que se une a los actos con que la Escuela de Arte Mateo Inurria celebra el 150 aniversario de su fundación. Se trata en total de veinte obras, que tienen en común el retrato social y la reflexión. Tres son del patriarca de la familia, Rafael Romero Barros, primer director del entonces Museo Provincial de Bellas Artes, tras llegar a Córdoba procedente de Huelva. Hay también doce dibujos de Rafael Romero de Torres, y otros tres de Julio Romero de Torres, que sería el que desarrolló una carrera artística más larga y aplaudida. La cita se completa con dos dibujos de Enrique Romero de Torres, además de otros documentos nunca expuestos.

Así, en esta exposición, que se podrá visitar hasta septiembre, el espectador podrá conocer el álbum fotográfico dedicado a Rafael Romero Barros por los alumnos de la Escuela Provincial de Bellas Artes del curso 1891-1892 y la «Corona poética» dedicada a Ricardo de Montis, un periodista y escritor autor de un retrato muy recordado de la ciudad en sus «Notas cordobesas».

A la exposición se asoman obras cuyos simples títulos hablan por sí mismos. Así, Rafael Romero de Torres aporta dibujos que se titulan «Sin trabajo», «Últimos sacramentos» y «Buscando patria», en los que retrata a un país en crisis que padecen los más desfavorecidos. Tampoco faltan escenas de robos en el campo y de la Guardia Civil capturando a los autores. También sus hermanos se pegaron a la actualidad y trabajaron para revistas, lo que implicaba el conocimiento de la actualidad y una reflexión crítica sobre ella. Es el caso de la publicación que llevó por título «La gran vía», que dirigió Enrique Romero de Torres entre 1893 y 1895.