Los vecinos hablan de un apuñalamiento por venganza

En la plaza Patio La Voz del Pueblo de Moreras ayer se observaba la calma de un domingo por la mañana. El calor no dejaba parar en todo el cuadrado que por la noche cobra vida de juegos y charlas de vecinos. En la tarde del sábado esta estampa fue el escenario de un crimen y los vecinos horas después vuelven a su vida cotidiana, obviando lo acontecido. «Eso son cosas de bar» , comentó un hombre sin detenerse a su paso por una de las entradas de la plaza, mostrando así su indiferencia por conocer el motivo del apuñalamiento que terminó con el fallecimiento de un hombre de 59 años de edad .

Todos señalan un bloque, en el que vivía la víctima, y saliendo de uno de los portales, un vecino que paseaba a su hijo pequeño, reveló lo que ha oído en esos bares, de donde dicen que viene la historia de este suceso. «Se dice que el fallecido había participado en una paliza con otras tres o cuatro personas» que le fue propinada a su presunto agresor previamente. «Y éste le estuvo acechando para encontrarlo solo, para vengarse. Pero ha sido una jugada muy rara porque no es gente que te esperes que esté metida en este tipo de líos, mucho menos por su edad. De otros puedes decir que te lo esperas, porque ves algo antes, pero de este no. Claro que luego cada uno sabe sus cosas», explicó este padre, que no se enteró de nada a pesar de que vive muy cerca del punto donde el hombre se desplomó.

«Ni siquiera se comenta en los grupos» -que se sientan en calles aledañas, donde encuentran una sombra- «Nadie se mete y el barrio no se ve muy acelerado», contó un residente de la zona. Lo cierto es que poco después, cuando entró una ambulancia al patio, se abrieron ventanas en los pisos para ver qué pasaba. Es un aviso rutinario, según los médicos, «pero es que después del jaleo que hubo el sábado, no sabes qué puede pasar », contó una vecina que barría en su puerta.

La misma vio el inicio de los acontecimientos. Contó que cuando salía de casa para hacer la compra se encontró con el hombre que después resultó fallecido caminando de un lado para otro en un espacio reducido. « No sé si estaba nervioso o si esperaba a alguien . Dio alguna voz pero no le presté atención porque yo iba a mis cosas. Pero fue justo antes de que se liara todo. Cuando volví con las bolsas ya estaba aquí la Policía Científica», añadió. Y también confesó sentirse apenada por la muerte de este vecino, que era «una buena persona, que no se metía en líos. No tenía problemas, que nosotros supiéramos, claro», añadió. Y lo que más pesar le produce es ponerse en el lugar de su viuda y sus tres hijos.

Pero una vez se retiraron los precintos de las entradas a la zona, tanto el patio como sus alrededores se llenaron de la vida de un sábado noche, a juzgar por todos los restos de latas, botellas y bolsas que figuran en el suelo, más visibles que la mancha de sangr e que quedó en la esquina que todos señalan. Sobre la investigación, la Policía Nacional sigue con sus pesquisas y aún no hay detenidos.