Sede de la Gerencia de Urbanismo en Córdoba VALERIO MERINO
EMPRENDIMIENTO

El servicio de Licencias de Córdoba, una especie de «ogro»

Abogados, arquitectos o aparejadores que tratan con la Gerencia revelan a ABC las dificultades de trabajar con ella

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Las voces críticas de patronales y de colegios profesionales con la demora en la concesión de licencias de la Gerencia de Urbanismo se prolongan en los testimonios de empresarios, abogados, arquitectos o aparejadores particulares que trabajan con este organismo municipal. De hecho, todos piden anonimato para contar sus impresiones.

Un veterano arquitecto apunta que en la Gerencia el Servicio de Licencias ha sido siempre «una especie de ogro» y su funcionamiento se ha convertido en un «mal endémico, al que nadie le ha puesto arreglo». Recuerda que el gobierno municipal del PP (2011/2015) tuvo mayoría absoluta el pasado mandato, pero «la dejó pasar» y añade que el actual edil de Urbanismo, Pedro García (IU), tampoco «ha hecho nada».

Y sostiene que no se ha activado una fórmula que pudiera aliviar las demoras como el traslado de trabajadores de un departamento a otro.

Un empresario que conoce bien este organismo municipal hace un análisis muy crítico. Afirma que, en la concesión de autorizaciones, «lo de Córdoba no tiene comparación con ninguna otra Gerencia de capitales de similares características». «Es muchísimo peor que en cualquier otro sitio, y sin motivo», sentencia. A su juicio, el «meollo» está en que el 90% de los profesionales del Servicio de Licencias que toman las decisiones son arquitectos que «no tienen formación jurídica, con lo que interpretan las normas según les da la gana y echan para atrás expedientes. Eso ralentiza». A su juicio, estos trabajadores municipales se aprovechan de que la gente que va a Urbanismo «se está jugando el dinero en sus proyectos» y, en caso de discrepancia, no quieren irse al juzgado, porque un litigio «puede durar dos o tres años».

Y baja al detalle de las situaciones kafkianas que se llegan a vivir. «Un arquitecto me contó el caso de un proyecto entero en una casa que tuvo que modificar por la posición de la salida de vapores, porque en Urbanismo decían que no era la adecuada para los gases que saldrían de la cocina. Pero, si cuando estás con la olla, lo que echa es vapor. Lo sabe cualquiera, pero...», cuenta. Asegura que el arquitecto modificó el proyecto y con eso tuvo «cinco meses de retraso de la licencia».

Un aparejador afirma que en provincias limítrofes se dan las autorizaciones de obras para bloques de pisos en «un mes o mes y medio». El plazo que da Construcor, la Asociación de Empresarios de la Construcción de Córdoba, (seis meses de media para obtener el permiso para hacer promociones de viviendas), le parece que se queda corto. «Pienso que el tiempo de espera es superior», indica. De todas formas, advierte: «seis meses en Córdoba es un disparate», porque aquí «no se hace una tipología de edificios complicada de analizar».

Por último, un abogado alerta de otro aspecto espinoso: los problemas con las modificaciones del planeamiento urbanístico. Y pone el ejemplo de la innovación del Plan General para permitir un centro comercial en el parque tecnológico Rabanales 21. «En la Gerencia, llevan con eso dos años y medio, cuando podía estar en seis meses», sentencia.

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