El portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, mira un documento ante el edil de Turismo, Pedro García (IU)
El portavoz de Ganemos, Rafael Blázquez, mira un documento ante el edil de Turismo, Pedro García (IU) - V. MERINO
APUNTES AL MARGEN

El recurso cofrade

Ponerse bronco con las hermandades es la prueba del nueve de lo progre. Hasta llegar al desprecio más obvio a los hechos

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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La concesión de la licencia de obras de la famosa segunda puerta de la Mezquita-Catedral no ha hecho sino reverdecer el debate, por llamarlo de alguna manera, sobre determinados aspectos relacionados con el mundo cofrade, convertido en el muñeco de vudú de determinados grupos políticos vaya usted a saber por qué trauma infantil. En el concurso semanal por elegir al más progre, parece que gana el premio quien dice el pego más grande sobre la celebración religiosa y todas aquellas personas que deciden, en el uso de sus facultades constitucionales, participar como oyentes o creyentes. La tesis ahora es que Urbanismo tendría que haber denegado el permiso como gesto político.

Podemos-Ganemos está acusando a los de IU de haberse comportado como unos blandengues con los curas.

De haber tolerado un ataque inenarrable contra el patrimonio histórico. Sin embargo, no constan manifestaciones previas sobre esta cuestión de ninguna de estas organizaciones durante los años en que ha estado en trámite. Tampoco se personaron en el expediente ni presentaron alegación alguna. Sí constan unas palabras del viceportavoz Alberto de los Ríos del mes de noviembre de 2015, donde expresaba una postura bastante lógica: que no se debía tomar una posición contraria a la que expresara la Unesco. Si tan grave ha sido esto, si el atentado es de tan dañina naturaleza, ¿dónde han estado metidos todo este tiempo? ¿Qué medida ha tomado (o pedido que se tome) el portavoz Blázquez, por ejemplo, desde que tomó posesión?

La situación ha llegado a un punto de total desapego a los hechos. Podemos, por ejemplo, acusaba a la Consejería de Cultura de no haber aplicado la legislación sobre patrimonio histórico y al PSOE, de haber encargado un informe «a dedo» sobre la titularidad de la Mezquita. Desde 2014 hacia este momento, que se sepa, el proyecto ha superado los procedimientos previstos y los no previstos. El informe a dedo lo hizo la directora de la Asesoría Jurídica municipal. Repito: municipal.

Asegura Podemos que lo sucedido revela una enorme complicidad política a todos los niveles que ha conseguido que Icomos internacional tumbe el informe crítico de sus expertos en España (que es el bueno de verdad, el fetén), cosa que no ha pasado nunca. Esa aseveración es falsa. Es frecuente que estas organizaciones se lleven la contraria. Basta con repasar la polémica de la llamada Torre Pelli en Sevilla. Icomos España prometió los males del infierno, la central de la organización en París redujo el alcance de las amenazas hasta considerarlo orientaciones sobre el impacto de edificar en altura y la Unesco terminó diciendo que no había ningún problema. A día de hoy, la ciudad de Sevilla no aparece en el listado de Patrimonio Mundial en riesgo.

Ambas organizaciones están denunciando la vulneración de las normas Unesco y avisando de posibles consecuencias. Se trata de un mensaje recurrente que se usa de forma irresponsable. No existe, en estos momentos, investigación alguna sobre esta materia. Ni la Mezquita ni el Casco Histórico aparecen en los informes periódicos como objeto de especial vigilancia, como sí está el Parque Nacional de Doñana. Tampoco existe ningún proyecto para instalar 2.000 sillas en el Patio de los Naranjos, como dice Podemos, que es la cantidad prevista para toda la carrera oficial. Como estos años, se abre al público con la limitación de espacio existente. El aforo del patio es de 2.500 personas incluido el palco de nueva instalación. Es decir, sentados y de pie. Más o menos lo de siempre.

IU ha correspondido, por supuesto, con su correspondiente salida de tono. El teniente de alcalde que tiene que velar por la promoción turística de la ciudad, Pedro García, ha puesto en duda el plan de seguridad de la Semana Santa en el que el concejal socialista Emilio Aumente lleva trabajando meses. Cualquiera que haya preguntado sabe que este año se tomarán muchas más precauciones de las habituales como corresponde a una celebración masiva. Se está trasladando el trabajo tanto a los organizadores como a los colectivos afectados (vecinos, hosteleros, comerciantes, etcétera). Lo que nunca se hizo, por cierto, cuando el recorrido común pasaba por la plaza de las Tendillas.

Allá cada cual con quién hace migas y con quién se enemista. Pero un mínimo respeto por los hechos no estaría de más . Aparecer a última hora como el defensor del patrimonio que no se ha tenido interés en ser solo demuestra que existe quien considera políticamente rentable conseguir minutos de fama a costa del recurso fácil de zurrar a curas y cofrades para aplauso de la parroquia.

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