Obras en el solar del Palacio Episcopal
Obras en el solar del Palacio Episcopal - VALERIO MERINO
URBANISMO

El Palacio Episcopal de Córdoba, en punto muerto

Tras un año de trámites, el proyecto del Obispado ni siquiera ha pasado de la fase de anteproyecto

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Hace casi un año, el Obispado llegaba a un acuerdo con la Gerencia de Urbanismo y la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía para culminar la reforma del Palacio Episcopal, paralizada en 2015 por la aparición de importantes restos arqueológicos. A día de hoy, no se ha movido una máquina en el edificio llamado a acoger el Museo Diocesano y un Centro de Interpretación de la Mezquita-Catedral. Por el camino quedan cruces de informes y declaraciones entre las administraciones competentes y el Obispado, que tras un largo periplo burocrático está a la espera de buenas nuevas para retomar las obras. La actual situación de la Gerencia no invita a ser optimista en cuanto a los plazos.

En julio de 2016 los técnicos de las tres instituciones fijaron, tras año y medio de conversaciones, un principio de consenso para superar el primer obstáculo: la integración de los vestigios.

Este principio de acuerdo debía tomar cuerpo mediante el visto bueno de la Comisión de Patrimonio, por lo que había que esperar a la «vuelta al cole» tras el verano. Pero se cruzaron las reivindicaciones ciudadanas de la plataforma Mezquita-Catedral, que pidió encarecidamente a la Junta de Andalucía que impidiera al Cabildo trasladar al Palacio Episcopal las taquillas donde se adquieren las entradas para el acceso al monumento, ubicadas en el Patio de los Naranjos. Según el colectivo, existía el riesgo de que la Iglesia «falseara» la historia del monumento haciendo una interpretación exclusivamente confesional de él.

La Junta aceptó los argumentos, a pesar de que fue la propia Consejería de Cultura la que abrió el debate sobre la conveniencia de cambiar de sitio las taquillas por razones de impacto sobre el monumento. Y la Delegación Territorial del área, que dirige Francisco Alcalde, pidió al Obispado un informe como garantía de que el proyecto de reforma no alteraría el relato histórico de la Mezquita-Catedral.

Entonces, el Cabildo optó por un acuerdo de mínimos y propuso dejar parte de las taquillas en el Patio de los Naranjos, abriendo un nuevo punto de venta en el Palacio Episcopal. Esta solución permitiría además evitar las colas y facilitar el acceso al monumento a los visitantes. Hubo que esperar a diciembre para que Cultura diera luz verde a la propuesta y al conjunto del anteproyecto para la reconversión del edificio en un centro museístico dedicado al principal monumento de la ciudad.

Con el «sí» de la Junta de Andalucía ya firmado, había que esperar al visto bueno de la otra Administración competente en la materia: la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU). El organismo municipal puso reparos al anteproyecto presentado por el Cabildo y realizado por el arquitecto Francisco Javier Vázquez Teja, puesto que suponía una alteración de los usos establecidos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). En concreto, la GMU se opuso al traslado de las taquillas porque supondría una modificación sustancial en un monumento Patrimonio de la Humanidad.

Según el arquitecto del proyecto, Francisco Javier Vázquez Teja, el Obispado ha devuelto ya la pelota a la Gerencia de Urbanismo con modificaciones menores en el proyecto y una justificación argumentada sobre otra serie de cuestiones que se han quedado tal y como estaban. Está a la espera de recibir la valoración sobre la solicitud de licencia cursada para retomar las obras, aunque es consciente de que el colapso que impera en la Gerencia no va a facilitar las cosas. Un año después de aquel prometedor acuerdo y dos años más tarde de la paralización de las obras, la actuación en el Palacio Episcopal sigue en punto muerto.

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