Interior de Mercacórdoba
Interior de Mercacórdoba - VALERIO MERINO
LABORAL

Mercacórdoba readmite a un directivo con la condición de no ir a trabajar

El trabajador cobrará su sueldo íntegro, 3.200 euros al mes, hasta que se resuelva el recurso sobre el despido

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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La dirección de la empresa de capital mayoritariamente municipal Mercacórdoba ha tomado la determinación de readmitir a un directivo que había sido despedido, y que responde a las iniciales de O. L., con la condición de que no vaya trabajar. El asunto es verdaderamente curioso porque la presidencia de la empresa, en manos del edil socialista David Luque, ha comunicado al juzgado de lo social número tres que permitirá que este directivo vuelva a cobrar los casi 3.200 euros mensuales sin que suponga un desempeño laboral. Es decir, que se quede en su casa.

Siendo legal, la situación es verdaderamente rara en el mundo laboral y totalmente anómala cuando de dinero público se trata.  Lo habitual cuando se produce una readmisión es que el empleado vuelva al trabajo de forma habitual y que no se le pague a cambio de nada.

En este caso, Mercacórdoba ha optado por evitar su incorporación, según fuentes consultadas, por razones de mera estrategia legal de cara a futuras casuísticas.

¿Hasta cuándo puede estar este trabajador cobrando de Mercacórdoba sin ir a su puesto de trabajo? Pues, en realidad, depende. El caso se encuentra en estos momentos de camino al Tribunal Superior de Justicia de Andalucía que tiene que dilucidar si la sentencia de despido es correcta o no. La situación tiene dos alternativas. Si el TSJA no confirma la sentencia y permite el despido, el trabajador saldrá de la empresa como es lógico. Si el TSJA —o, en su lugar, el Supremo— confirma el fallo, Mercacórdoba tiene todas las papeletas de seguir pagando al empleado hasta el día de su jubilación. Una cuestión relevante es que todo el dinero que se pague durante la tramitación de los recursos no se podrá recuperar en ningún caso.

El salario se ha fijado en el que percibía el empleado antes del despido por ser el más beneficioso para su situación aunque estuviese por encima del convenio colectivo del resto de la plantilla de la sociedad pública. Además, la empresa tendrá que abonar todos los gastos de la Seguridad Social entre 2012 y 2015 por las cotizaciones sociales no ingresadas durante el tiempo en el que esta personas estuvo trabajando. Solo esta parte asciende a una cantidad cercana a los 60.000 euros, la diferencia entre las cotizaciones sociales «reales» y efectivamente abonadas.

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