Un venenciador de la DO Montilla-Moriles sirve fino en el stand de Córdoba
Un venenciador de la DO Montilla-Moriles sirve fino en el stand de Córdoba - Belén Díaz
Fitur

Medina Azahara, la joya sin mucho brillo

El yacimiento sube un 6,5% sus visitantes en 2016 pero pasa desapercibido en la batidora de actos oficiales

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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El conjunto arqueológico de Medina Azahara busca este 2017 cruzar su particular «rubicón» en busca del sello protegido de la Unesco. Lo hará sometiéndose, por ejemplo, al escrutinio de los inspectores del Icomos, toda vez que se ultima la presentación oficial de credenciales ante el organismo cultural de la ONU. Pero da la sensación de que la ciudad palatina sigue siendo esa especie de Cenicienta que aún espera a que su príncipe la saque a bailar. Al menos, en el gigantesco escaparate turístico de Fitur, y en el apartado de Córdoba y Andalucía, plagada de presentaciones de actividades, productos y promociones hasta la saciedad, no ocupa un lugar destacado.

Curiosamente, la Junta de Andalucía anunció ayer en una nota el cierre de visitantes a los espacios culturales que gestiona en Córdoba: monumentos y museos. Los datos son muy buenos e invitan al optimismo, gracias también a la dinámica positiva que sigue el sector.

Medina Azahara ganó casi 12.000 visitantes, un 6,5 por ciento de más respecto a 2015. En total, pasaron por sus ruinas 181.653 personas. La Sinagoga se mantuvo prácticamente en sus datos sobresalientes: 587.062.

El yacimiento arqueológico avanza, tal vez menos de lo que se quisiera, pero se ha echado de menos más foco institucional para la gran baza patrimonial de Córdoba este año, amén de consolidar las que ya se conocen: Festival de los Patios, caballos, flamenco, gastronomía, iglesias fernandinas,... (niguna referencia a la Mezquita-Catedral en este discurso tampoco). Y eso que uno de los primeros mensajes del día inaugural fue la destacada coordinación y colaboración de todas las instituciones en la puesta en escena de Fitur. No parece pues que las mismas administraciones hayan abordado el caso de la ciudad palatina de manera excepcional.

Durante 2017 se pondrán en marcha dos itinerarios temáticos: las callejuelas perdidas y el flamenco

La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio, acudió a la presentación de las iniciativas turísticas plasmadas en el acuerdo entre Sevilla, Málaga, Granada y la capital cordobesa bajo el paraguas de «Andalucia Soul» junto a sus compañeros de estas ciudades. A partir de ahí, un batiburrillo de mini presentaciones oficiales entre capital y provincia de apenas minutos y en las que, curiosamente, la sala habilitada para las mismas era un escenario que se retroalimentaba: los mismos políticos que se sucedían en el turno de la palabra asistían como público junto con algunos medios. Una imagen que retrata a las claras la siempre cuestionable eficiencia de estas acciones.

Patrimonio, flamenco, patios, caballos y gastronomía, han centrado los diferentes productos que a lo largo de la jornada se dieron a conocer. Hasta las dos asociaciones ecuestres hallaron espacio por separado, pese al mal ambiente que ha sucitado la de nuevo cuño, que se vistió de largo con Pedro García (IU), mientras que Córdoba Ecuestre lo hizo con Ambrosio (PSOE). Otra muestra más de la disgregación en la oferta. Como novedad, el desarrollo de itinerarios turísticos en pos de las viejas callejuelas de la ciudad, el flamenco o el maridaje de Patios con productos agroalimentarios de la provincia.

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