La Junta quiere abrir al público dos nuevos baños árabes en Córdoba

En la cultura medieval islámica, el agua cumplía un papel esencial por su carácter purificador. Las medinas musulmanas estaban repletas de baños públicos y de infraestructuras que aseguraban su aprovisionamiento. Córdoba es un ejemplo de ello: se dice que en la época de Almanzor llegó a haber hasta 600 de estos baños repartidos por la ciudad. Muchos de ellos siguen ahí, como vestigios de una ciudad superpuesta por otras varias, integrados en las viviendas que los rodean y a la espera de que alguien se acuerde de ellos.

Este año puede llegarle el turno a dos de ellos. En concreto, los baños o « hamman » de la calle Carlos Rubio, en el barrio de San Pedro, y de la Pescadería, en la calle Cara, cerca de la ribera. La Junta ha terminado los trabajos de consolidación de estos baños y su pretensión es encargar este año el diseño de un proyecto arquitectónico y museológico , así como de investigación y control arqueológico, para que un día puedan ser visitables por turistas y vecinos.

Se sumarían a los que ya son visitables: los de Santa María en la calle Velázquez Bosco, cerca de la Mezquita-Catedral, y los Baños del Alcázar Califal , junto al Alcázar de los Reyes Cristianos. Estos últimos, que posiblemente fueran los más importantes de la ciudad, no paran de ganar visitantes según los datos que maneja la Junta.

Si los planes del Gobierno andaluz no se tuercen, una de las nuevas «incorporaciones» a la oferta turística de baños árabes en Córdoba será la de los baños de la Pescadería. De ellos, la Real Academia de Córdoba dice que sus vestigios están repartidos entre varias casas de la calle Cara y Cardelan González. Arquerías, capiteles y bóvedas con respiraderos dan fe de que en su día en el lugar que hoy ocupan las viviendas se levantaron unos baños públicos. El otro, ubicado en San Pedro , tiene enterradas todas sus dependencias y aún puede visitarse la cámara central y dos galerías laterales.