El Cristo de la Misericordia, con una de las celosías al fondo
El Cristo de la Misericordia, con una de las celosías al fondo - VALERIO MERINO
CARRERA OFICIAL

Las incertidumbres que le quedan a la segunda puerta de la Mezquita-Catedral de Córdoba

Las dimensiones del vano, de 2,60 metros por 4,98, impiden o dificultan el acceso de varios pasos

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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¿Horizonte despejado para la segunda puerta de la Mezquita-Catedral? ¿Por fin hay un acceso nuevo para los pasos? No tan rápido. Aunque el dictamente de Icomos sea favorable a la conversión de una de las celosías en una puerta practicable, el panorama todavía muestra bastantes incertidumbres. La primera, las dimensiones del vano que se abrirá en la construcción que sustituirá a la celosía actual.

El proyecto presentado por el Cabildo, redactado por los arquitectos conservadores del monumento (Gabriel Ruiz Cabrero, Gabriel Rebollo y Sebastián Herrero) contemplaba que la puerta tendrá un vano con una anchura de 2,60 metros y una altura de 4,98, que impedía la entrada de varios pasos. Y este es el proyecto que aprobaron primero la Comisión de Patrimonio de la Junta de Andalucía y ahora el Icomos.

¿Se puede cambiar? No está muy claro.

El arquitecto Gabriel Ruiz Cabrero aseguró que estas dimensiones no se pueden tocar. «Son las óptimas. Se puede hacer más alta y más estrecha, o más baja y más ancha. Pero se ha calculado para que sean las adecuada», afirmó. El proyecto contempla una parte fija de la puerta y dos hojas que se abrirían, y las dimensiones mejores son la que iban en el proyecto. Si el proyecto se lleva a cabo, tendrá que ser con la anchura de 2,60 metros y la altura de 4,98. Este último aspecto es más fácil de arreglar, ya que los pasos tienen margen de maniobra, pero la anchura es insalvable.

El otro proyecto

¿Y desmontar la celosía y volverla a montar? Fue un proyecto que planteó la empresa Arqueobética, y que anunció ABC. Se había ideado un sistema para desmontar las piezas antes de cada Semana Santa y reponerlas después. Tenía la ventaja de no precisar obra y sobre todo de dejar todo el vano abierto. No habría problemas de altura ni de anchura de ninguna clase. Ruiz Cabrero aseguró no ser partidario de este proyecto, por su dificultad, por el peso de la estructura y porque sería necesario empezar de cero con los permisos.

Mientras tanto, en el Cabildo Catedral se insiste en que se buscará una solución y se lanza un mensaje de calma. Fueron las palabras del canónigo Pedro Soldado, también delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, que aseguró que el organismo estudiará las propuestas buscando el equilibrio entre dos conceptos: que todas las cofradías puedan acceder al interior y que se salvaguarde la integridad del monumento.

Los arquitectos dicen que las medidas del vano son las óptimas y no se pueden modificar

Algo parecido dijo el portavoz del Cabildo, José Juan Jiménez Güeto, quien afirmó que cuando se reciba la resolución comenzará en el organismo propietario de la Mezquita-Catedral el estudio para llevar el proyecto a cabo, algo en lo que coincidió con el canónigo Fernando Cruz-Conde, quien se felicitó por la decisión y auguró un pequeño tiempo de espera, «hasta que se reciba la resolución y la Consejería de Cultura resuelva el recurso de Rafael de La-Hoz».

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