Accidente en el aeropuerto de Córdoba: «A 500 pies de altura se paró el motor; vivimos segundos de pánico»

«¿Pero qué pasa? ¿qué le pasa al avión?», repetía alarmado el piloto de un ultraligero al pararse el motor a unos 500 pies de altura poco antes de que se estrellara en las instalaciones del Aeropuerto de Córdoba el pasado sábado. El copiloto de la arenove, F.C., de 63 años, relata a ABC esta experiencia de un vuelo, regalo de Reyes de sus hijos, y que se convirtió en momentos de pánico hasta que el barro y el forraje fuera de las pistas amortiguó un golpe que podría haber sido fatal.

«Habíamos despegado por la pista 03 dirección al río cuando a unos 500 pies de altura el motor del ultraligero se paró en seco ; el piloto angustiado intentó arrancarlo de nuevo pero no iba; hizo un virage para entrar en pista pero era imposible; íbamos al suelo irremediablemente », explica el copiloto F.C. que da gracias a la pericia del joven piloto «lo hizo lo mejor que pudo» y al hecho de que no pudieran coger la pista y finalmente cayeran al fango.

«Cuando oí al piloto exclamar que qué pasaba, me asusté mucho, pese a que había volado anteriormente en este tipo de aviones, no sabía qué ocurría; sólo que el motor se había parado; intentamos planear un poco fueron segundos de pánico , nos temimos lo peor; yo buscaba la fórmula para aterrizar mirando por la ventanilla y proponiendo sitios pero no podíamos», cuenta F.C.

La alarma saltó a las 12.10 de la mañana cuando el Aeropuerto de Córdoba alertaba al Servicio de coordinación de Emergencias del 112 de un accidente de un ultraligero en las propias instalaciones aeroportuarias y el Aropuerto activaba el Plan de Autoprotección.

F.C. asegura que fue un accidente « no fue ni una salida de pista ni falló el tren de aterrizaje , porque entre otras cuestiones, el tren de aterrizaje de este tipo de aeronaves es fijo , no sale desplegado». «Gracias a Dios sólo sufrimos magulladuras; el piloto tiene un collarín por la lesión cervical y yo tengo un brazo hinchado y dolorido el costado, pero podría haber sido mucho peor».

A la espera de que la investigación pericial concluya F.C. asegura que lo que está claro es que «el motor se paró y que puede que no se hubiera hecho con correción las comprobaciones del carburante y de la posible sufrida de condensación de agua en el depósito , antes de usar el aparato lo que pudo dar lugar a ese fallo».

Por el momento la Policía Judicial de la Comandanciade la Guardia Civil en la demarcación de Palma del Río investiga las causas del siniestro. Así las cosas, la reparación del aparato en su caso tendrá que esperar y la aeronave permanecerá precintada hasta que la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes de Aviación Civil (dependiente del Ministerio de Fomento) analice las causas del siniestro. Se trata de la misma forma de proceder que en los grandes siniestros, con una investigación realizada por técnicos de una entidad oficial.