Un camarero sirve un catavinos de fiti-fiti en Bodegas Mezquita
Un camarero sirve un catavinos de fiti-fiti en Bodegas Mezquita - VALERIO MERINO
VINOS

Vuelve el genuino cóctel cordobés: el «fiti-fiti»

La tradicional mezcla de fino y Pedro Ximénez reaparece en nuevos restaurantes y tabernas

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Mitad vino dulce, mitad fino; aunque la proporción puede variar según el gusto del consumidor. Esa es la ancestral receta del «fiti-fiti», la trascripción fonética de la expresión anglosajona «fifty-fifty» que significa «cincuenta-cincuenta». Típicamente cordobés, combina la dulzura del Pedro Ximénez con la dureza del fino. En el término medio está la virtud, y el resultado es un caldo ni fuerte, ni empalagoso, ideal para iniciarse en el mundo de los vinos.

Imprescindible en cualquier taberna que se precie, este genuino cóctel cordobés nunca ha dejado de servirse pero ahora está volviendo a coger fuerza y parte de la culpa la tienen las Bodegas Mezquita, que tratan de relanzarlo como producto típico de la provincia. Ante el «boom» de bebidas como las cervezas artesanales o el gin tonic, las tabernas optan por echar la vista atrás y apostar por lo tradicional.

«No deja de ser un cóctel. Sencillo, pero un cóctel», explica Baldomero Gas, gerente de Bodegas Mezquita, que afirma que el fiti fiti suele servirse como postre, pero también es una buena opción para acompañar el aperitivo de mediodía.

En el caso del restaurante El Recomiendo, de Periko Ortega, el «fiti-fiti», como realmente se pronuncia en Córdoba, se ha introducido con originalidad en una carta donde acompaña a uno de sus platos estrella: la «joya cordobesa».

Su principal objetivo son los principiantes, poco acostumbrados al vino. Los paladares jóvenes, hechos al dulzor de la coca cola, empiezan poco a poco a interesarse por esta mezcla de caldos que podría considerarse la versión «fina» del Pilycrim. Prueba de ello es que su consumo no se restringe a las típicas bodegas de solera: también es uno de los vinos más pedidos por la noche en lugares frecuentados por los más jóvenes, como Los Madriles.

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