Desfile del Corpus Christi por una calle de la Judería
Desfile del Corpus Christi por una calle de la Judería - RAFAEL CARMONA
RELIGIÓN

Corpus Christi: el incorruptible aroma de lo eterno

Centenares de fieles reciben a la Custodia de Arfe en el entorno de la Mezquita-Catedral

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

La Córdoba cristiana se ha echado un año más a la calle para celebrar la solemnidad del Corpus Christi. Una jornada con el sabor antiguo de las estampas más clásicas de la tradición popular y religiosa. Una celebración incorruptible al paso del tiempo que ha vuelto a congregar a miles de fieles alrededor de la magnífica obra que creara Enrique de Arfe para albergar a Jesús Sacramentado. Una infinita representación iconográfica que detiene los relojes a su paso por la aromática alfombra de romero y juncia que su pueblo coloca cada año para perfumar el suelo que pisa la Custodia.

Por tercer año consecutivo, este hermoso desfile se ha llevado a cabo en el marco incomparable de la Mezquita-Catedral, cuyas calles aledañas se han engalanado para recibir a su Divina Majestad.

Tras la función oficiada por el obispo de la Diócesis, Demetrio Fernández, en la que ha expresado su deseo de que el Corpus vuelva a celebrarse el jueves como sucede en otras ciudades españolas (como Sevilla o Toledo), la comitiva fue acercándose a la Puerta de las Palmas para iniciar la procesión, que abría la Banda del Cristo del Amor. No han faltado los balcones engalanados haciendo referencia a la presencia de Jesús en las formas ya consagradas del pan y del vino, como tampoco lo han hecho una decena de altares efímeros levantados por algunas cofradías de la ciudad.

Al paso del cuerpo de Cristo, unos optaban por bajar la cabeza como símbolo de reverencia, otros, completaban la genuflexión como marcan los cánones. Sin embargo, todos admiraban embelesados una de las grandes obras del arte plateresco que Arfe imprimió a la Custodia. Y entre tabernáculos callejeros y cánticos religiosos, la Custodia de Arfe avanzaba por Cardenal González en busca de la Cruz del Rastro y la Ronda de Isasa antes de llegar al majestuoso altar instalado por el Cabildo de la Catedral en la Plaza del Triunfo. Desde allí, el obispo de Diócesis ha impartido la bendición al pueblo previa al acto de Adoración al Santísimo. Una vez finalizada la alocución del prelado, la comitiva ha emprendido su camino de regreso por la calle Torijos hasta la Puerta del Perdón y el Patio de los Naranjos. El lugar donde el Corpus empieza y termina, pero donde siempre permanece el aroma de lo eterno.

Ver los comentarios