Córdoba salda el primer cuatrimestre con un aumento del 1,3% de los turistas

El sector turístico local ha iniciado su temporada alta con buenos resultados a la luz de las cifras de visitantes que se han registrado en la ciudad de Córdoba durante el primer cuatrimestre del año 2017, aunque también hay que reseñar datos negativos que invitan a la reflexión. En este periodo cobra una especial relevancia la Semana Santa, un evento que en esta ocasión ha jugado un papel determinante para conseguir la mejora en todos los apartados de la Encuesta de Ocupación Hotelera (EOH) que ayer dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Según este estudio, los alojamientos turísticos cordobeses recibieron entre enero y abril a un total de 316.776 visitantes, 4.237 más que en el mismo periodo de 2016, lo que en términos relativos supone un aumento del 1,3 por ciento.

Este incremento es relevante porque si continúa esta tendencia en lo que queda de año se contabilizará el cuarto ejercicio consecutivo de récord turístico en la capital. Eso sí, la evolución en Andalucía y en España fue mejor en los cuatro primeros meses del año con subidas del 2,4 y el 5,8 por ciento, respectivamente.

Abril fue decisivo y, más concretamente la Semana Santa, para que se produjera esta mejoría en la ciudad. Un total de 169.333 turistas eligieron Córdoba ese mes para pasar sus vacaciones o para desarrollar alguna actividad. Son 16.248 más que en el mismo periodo de 2016, lo que supone un crecimiento interanual del 10,6 por ciento. Este aumento tan considerable hay que ponerlo en su contexto, ya que hay que tener en cuenta que los días de la Semana de Pasión del año pasado cayeron en marzo.

No obstante, a estos buenos resultados también contribuyeron el buen tiempo reinante en las procesiones y el indudable atractivo turístico que representaba el estreno de la Catedral como Carrera Oficial. La Junta de Andalucía cifró en un 86 por ciento la ocupación hotelera de Córdoba en esas fechas, un 15 por ciento más que en el ejercicio anterior.

El lado más negativo de las estadísticas de la Encuesta de Ocupación Hotelera fue para las pernoctaciones, que descendieron en 5.518 en el primer cuatrimestre (-1%), hasta quedarse en 502.219. El aumento de los viajeros y la caída de las contrataciones de noches de hotel es un cóctel explosivo que ha provocado que la estancia media -eterna asignatura pendiente del sector- empeore sus dígitos en un año de 1,62 a 1,58 días.