APUNTES AL MARGEN

La bisagra de Ciudadanos

El partido naranja trabaja en un doble escenario llegadas las posibilidades de pactar

Candidatos de Ciudadanos en su última reunión en Córdoba ÁLVARO CARMONA

RAFAEL RUIZ

Si los números del sondeo de GAD3 para ABC afirman que Córdoba será una de las 14 ciudades donde se puede producir un eventual pacto entre el PP y Ciudadanos que permita al centro derecha volver a tener la llave del despacho principal de la calle Capitulares, resulta que la formación naranja trabaja con escenario de doble vuelta . En concreto, que tanto se podría optar por un acuerdo con los populares como revalidar la Alcaldía de Isabel Ambrosio , vía programa pactado de gobierno. Que pueden salir las cuentas en ambos casos.

Lo que dicen los sondeos en esta hora es que las diferencias se están apretando. Que el PP mantendría el primer lugar aunque sufriría por dos cuestiones: su erosión en el panorama nacional con una marca que está siendo apaleada (en muchos casos, con razón) y el necesario proceso de asentamiento del nuevo candidato, José María Bellido , tras la incontestada presencia de José Antonio Nieto al frente del partido . Que el PSOE consolidará su posición por el factor Alcaldía de Ambrosio ganando terreno por su izquierda y anulando los esfuerzos de Izquierda Unida para volver a ser lo que fue sola o en compañía de otros. Y que Ciudadanos sería la gran sorpresa de las municipales desde sus dos concejales actuales. Retomen este número: 15 . Por muchos votos que se consigan en urna, quien reúne ese número de votos de escaños es quien gana .

Un poco de sentido común permite conceder a los sondeos actuales un cierto carácter de provisionalidad por cosas que sabemos y que no sabemos. Conocemos quién va a representar al PP y al PSOE en las municipales de Córdoba de 2019 . No sabemos qué va a pasar con IU y Podemos, que siguen sin articular una marca visible. Todo parece indicar que habrá algo conjunto pero no es lo mismo que lo lidere alguien de IU, como Pedro García, a que se busque un mirlo morado. La peor de las opciones para los interesados serían candidaturas separadas con acuerdo postelectoral. Basta con echarle un vistazo a los simuladores D’Hont. Desde ya hay que tener una ley clara: todo aquel que pacta un gobierno en posición minoritaria acaba pagando el pato de la corporación . Otra clave que no sabemos: cuál será el calendario electoral. No es lo mismo que Mariano Rajoy o Susana Díaz agoten sus respectivos mandatos a que no lo hagan.

Para que Ciudadanos tenga ese papel central que dicen los sondeos que puede tener, debe andar por los cinco concejales que es lo mínimo que se despacha en botica para ser bisagra . Algo parecido al acuerdo de 1999 entre Rosa Aguilar, nueve concejales, y Pepe Mellado, que obtuvo seis. En 2015, IU entró en el gobierno con cuatro ediles pero porque Ganemos había llegado a una cifra similar en una de las operaciones más desastrosas que se recuerdan pudiendo haber colocado al alcalde de Córdoba. La situación obliga a Cs a llegar a una cifra no inferior a 25.000 votos (12.735 en 2015) si quiere ser relevante.

Hasta el momento, Cs ha optado por pactar investiduras o gobiernos con el partido más votado lo que en teoría beneficia al PP. Pero eso puede cambiar. En Madrid, el PP ha iniciado una muy miope política de zurrar a Ciudadanos por tierra, mar y aire cuando las cifras dicen que los necesitan hoy y van a tener que tirar de ellos mañana. Usar argumentos como que los candidatos financian sus listas o que los grupos municipales transfieran dinero al partido, conociendo la historia de AP y el PP, es enternecedor. En Córdoba, son los socialistas quienes han optado por no darle ni un gramo de cariño a Ciudadanos a pesar de que en el futuro pueden ser el único asidero que tengan para sostener a Isabel Ambrosio en la Alcaldía. Tanto asesor político como tiene la alcaldesa y tan poca vista para ir preparando uno de los escenarios probables.

La última cuestión radica en Ciudadanos propiamente dicha. La organización se ha dedicado mucho a estructurar un asentamiento en el territorio y muy poco a aclarar quiénes son sus interlocutores orgánicos y cuáles sus referencias electorales. Dígase claramente: Cs ha de expresar de una vez quién manda allí y dónde están los elementos sustanciales de su acción política. Ese meollo nuclear que diferencia entre una candidatura municipal con posibilidades de implantación y el eco de las elecciones catalanas. Que se sepa, Inés Arrimadas no se presenta a la Alcaldía de Córdoba.

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