Baltasar López - PRIMERA PLANA

El arte del «C4»

La Junta debe esforzarse en que tenga retorno económico para el sur o en que sea una nueva vía para captar turistas

Baltasar López
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La consejera de Cultura, la exalcaldesa Rosa Aguilar, se ha empeñado en poner cuanto antes su firma a una página de la historia reciente de Córdoba. Su obra maestra será la inauguración antes de que acabe el año del Centro de Creación Contemporánea de Andalucía, que es el «C4» de toda la vida, porque toda la vida nos parece que lleve en Miraflores. Hace ya tres años que la Junta lo concluyó, tras invertir en él 30 millones. Y abrirlo le está llevando casi tanto tiempo como al maestro Antonio López terminar algunos de sus cuadros.

Aguilar se comprometió a activarlo antes de que acabara este ejercicio. Sus antecesores quedaron retratados con el incumplimiento sistemático de las fechas previstas para su arranque, pero ella tiene muchas más tablas que todos ellos.

No está dispuesta a echar por este proyecto otro borrón sobre su ya de por sí ensombrecido currículo cordobés. Compondrá un evento inaugural luminoso y bello como un «Vermeer», con ella como eje de la composición. Pero lo que temo es que al día siguiente lleguen las tinieblas y se nos quede cara de «El Grito» de Munch al comprobar que la puesta en marcha del «C4» ha consistido en poco más que la performance del traslado de la Filmoteca; sólo de una parte, la suficiente para poder abrir este equipamiento este año.

Sustento mi miedo en una serie de datos aterradores como el «Eccehomo» de Borja: el complejo echará a andar sin haber elegido a su director; Cultura tiene aún abiertos los procesos de selección de las empresas que se encarguen de la gestión de la climatización del inmueble; la puesta en servicio y el mantenimiento de las instalaciones de electricidad o del servicio de vigilancia; la consejera no ha aportado una sola iniciativa concreta de la que vayamos a poder disfrutar en él en sus primeros meses de vida...

Sólo ha esbozado la silueta de lo que será este espacio cultural. Según Aguilar, acogerá todas las fases del proceso creativo (desde el diseño a la exhibición), centrándose en ser un ámbito de experimentación donde primen las artes visuales, como la pintura y la escultura, pero también la videocreación. Cada vez que escucho a la consejera, palidezco hasta parecer el «Cuadrado blanco sobre fondo blanco» de Malévich y pienso que lo de la inauguración exprés será una broma comparado con lo que se nos vendrá encima tras ella. Ya puede el Ejecutivo regional esforzarse en esculpir un contenido más potente para el «C4». Uno que vaya más allá del arte moderno y que suponga un retorno económico para la ciudad -sobre todo, para su zona sur- o un nuevo elemento para captar turistas de alto perfil cultural... y económico. Sí, sí. No estamos para perder ni un euro. Con las necesidades que tiene la capital, tendría muy poco arte que la Junta se hubiera gastado 30 millones sólo para hacerse un autorretrato de su poderío y para que unos cuantos pintores, escultores (escrito esto, con todo el respeto hacia ellos)... tuvieran un taller faraónico para trabajar.

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