Virgen de los Dolores con el manto de los bolillos
Virgen de los Dolores con el manto de los bolillos - ARCHIVO
PATRIMONIO

Un siglo del manto de los bolillos de la Virgen de los Dolores de Córdoba

La Señora tan sólo procesionó con esta pieza, de origen más que curioso, el Viernes Santo de 1916

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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El manto de los bolillos de Nuestra Señora de los Dolores cumple su primer centenario. Cien años de vaivenes e historias para una pieza cuya composición es tan original como su procedencia. Realizado en seda morada e hilos de oro y plata, este curioso manto llegó a la Señora en 1916 tras la intersección del magistral de la Catedral de la época, a pesar de la oposición de la opinión pública, a la que la pieza no gustó en absoluto. De hecho, tan sólo procesionó con la Dolorosa en el Viernes Santo de ese año. En 2007, la hermandad lo rescataba para vestir a la Virgen en su camarín.

Hasta su recuperación, los devotos pensaban que la Virgen de los Dolores tenía cinco mantos bordados: el de las palomas, el de Alburquerque, el de los dragones, el de los Sotomayor-Herruzo y el de los alféreces.

Todos se le ponían a lo largo del año según los ciclos litúrgicos. Cuatro negros y uno azul celeste. Un listado al que se sumó en 2007 esta pieza morada tras su recuperación.

La historia del manto de los bolillos es tan curiosa como rocambolesca. Lo realizó en Madrid la encajera cordobesa Rosario Díaz después de haber visto el año anterior la procesión de la Señora de Córdoba. En enero de 1916 lo ofreció a la hermandad de los Dolores por casi 10.200 pesetas, un gasto que la cofradía no podría afrontar. Pocos días después, la prensa daba cuenta de una visita de la Reina Victoria Eugenia, a la sazón camarera de honor de la hermandad servita, a un taller de encajes de Madrid donde se elaboraba un manto para una imagen de la Virgen.

La artesana demostró saber mover muy bien los hilos, no sólo en el taller, que pasaban por Juan Eusebio Seco de Herrera, magistral de la Catedral y primo suyo, que le ayudó en su propósito de que el manto llegara a Córdoba. El 1 de abril de 1916 se expuso en un escaparate, pero el manto no fue en absoluto del gusto del pueblo.

Presiones externas

Asimismo, el 11 de abril la cofradía de los Dolores celebró una acalorada junta general en la que se decidió que en Semana Santa se le pondría el manto de Alburquerque, pero las presiones del magistral terminaron por conseguir que estrenara el de los bolillos. El manto se quedó luego en San Jacinto tras una suscripción popular en que se sacaron 1.784 pesetas y desde entonces nunca más lo llevó la Virgen de los Dolores.

En 1940 y 1941, cuando se pensaba que se había perdido, fue sobre los hombros de la antigua imagen de María Santísima de la Esperanza, en sus primeras salidas. Desde entonces se expuso en 1995, con ocasión de un besamanos de la Virgen, y en 1999, en la Magdalena. Finalmente, en el 2007, la Dolorosa sorprendía con el manto de los bolillos vestida en su camarín.

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