La Semana Santa vista por la ventana de una Polaroid

Era pulsar el botón para hacer la foto y de inmediato salía, por la parte baja de la cámara, el papel en que se imprimía. Todavía había que esperar unos minutos, y agitar el papel, hasta que la fotografía se viese, pero tanto el proceso como el formato de la cámara Polaroid eran inconfundibles. Lo digital las ha arrinconado, aunque todavía existen, pero quedan fotógrafos que se acuerdan de ellas.

El egabrense Mateo Olaya ha publicado en su página web una serie en que ha tratado las imágenes que ha tomado en los últimos años con este peculiar formato, con un rectángulo en el que la fotografía está en un pequeño cuadro. «Me he centrado en determinadas fotos para editarlas así y hacer una colección, porque luego es práctico imprimirlas a un tamaño pequeño y tenerlas de recuerdo», explica.

Todo comenzó con un curso de fotografía a cargo de J osé Luis Caballano , que habló de este formato como apropiado para imágenes de arquitectura y urbanas. Quiso probar para dar «otra visión» y está contento. «No todas son propicias, pero algunas encajaban bien y otras adquieren más sentido en ese formato cuadrado», resalta.

El resultado es una galería que oscila entre los detalles de las cofradías y los primeros planos de las imágenes, como una ventana que se abre a la Semana Santa de Cabra . De los primeros están los pies descalzos y las manos de los nazarenos (capuchones en Cabra) con rosarios , cirios o faroles . De ellos se muestran además miradas. Hay primeros planos de las imágenes entrevistas a través de otros elementos y contraluces , tanto de las siluetas de los titulares como de los que forman parte del cortejo de las cofradías. No se trata sólo del corte, sino que algunas tienen también «los perfiles de Polaroid, con sus colores típicos».