REPERTORIO

Semana Santa de Córdoba 2018: el Santo Sepulcro, la cofradía que se autoabastece de música

Su rico patrimonio para obras de capilla hace que apenas precise obras ajenas

El grupo de capilla que acompaña al Señor del Santo Sepulcro de Córdoba AARÓN

LUIS MIRANDA

Ni la Esperanza , ni el Císter , ni el Calvario . Todas estas cofradías poseen un rico patrimonio musical propio tanto por calidad como por variedad, pero la hermandad de Córdoba que puede «autoabastecerse» de composiciones propias durante casi toda su estación de penitencia no precisa de una banda con muchos componentes y no tiene piezas que memoricen muchos aficionados. Es el Santo Sepulcro . La cofradía de la Compañía posee un rico acerVo musical para música de capilla que hace posible que de entre lo que interpretan los músicos el Viernes Santo apenas haya obras que no estén dedicadas a ella.

El oboísta cordobés Francisco Moreno , miembro del grupo que acompaña al Señor del Santo Sepulcro desde 2012 hace un repaso por la casi treinta piezas de la cofradía, «que tiene uno de los patrimonios más ricos de Andalucía», y se detiene en la más antigua de todas: el «Tríptico al Santo Sepulcro» de Jesús Cea . «Son tres obras de capilla, pero con estructura de marcha procesional, con fuerte de bajos y trío final, sin nexo de unión».

En la lista está Enrique Báez , uno de los grandes compositores de marchas procesionales, con «Canto para procesión» , una obra «musicalmente muy bien pensada, como una pequeña marcha» que ha ilustrado en alguna ocasión la salida del Señor del Santo Sepulcro (en el vídeo inferior, a partir del minuto 4:20). José Ramón Rico , compositor de Montoro, estrenó en el Vía Crucis de la cofradía en 2010 «In Golgotha locum» , otro trípico de carácter descriptivo sobre tres momentos de la Pasión.

Hay en ese repertorio piezas de corte clásico, como la que escribió Paulina Ferrer , fagotista de la Orquesta de Córdoba, y otras de carácter mucho más innovador, como «El Desconsuelo» , del compositor cordobés Rafael Wals, con cambios de tempo que hacen complicada su interpretación, aunque el buen nivel del grupo que ahora antecede al Señor del Santo Sepulcro, compuesto por músicos profesionales de reconodida trayectoria, se impone a esta dificultad. Está dividida en tres partes: una dedicada a la Virgen, otra a San Juan y otra a Santa María Magdalena. «La de la Magdalena tiene ritardandos y acelerandos y te la tienes que saber; además, es compás ternario, como algunas piezas de este tipo, así que el ritmo lo llevas en la cabeza», explica el músico. Se puede escuchar en el vídeo inferior.

El mismo Francisco Moreno escribió dos saetillas, tituladas «Lágrimas de Soledad» , dedicadas a la cofradía a la que acompañan, con un carácter muy dinámico y una amplia línea melódica que transmite la seriedad y melancolía propia de la jornada (en el vídeo inferior, la número 2). Otro miembro del grupo, Javier Povedano , también ha escrito la «Saeta al Señor de la urna». Estructura también de marcha fúnebre tiene la obra «Yace», que se une a piezas como «Camino al Sepulcro» o a la que realizó el sevillano Antonio Hurtado , titulada «Flores marchitas».

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