La importancia de las órdenes religiosas en la creación de las cofradías de Córdoba

La Semana Santa de Córdoba , en la actualidad, cuenta con un gran número de hermandades y cofradías que realizan su estación de penitencia a lo largo de las diferentes jornadas. Una celebración que tiene su origen varios siglos atrás y en el que un buen número de corporaciones -desaparecidas muchas de ellas a día de hoy- tuvieron su germen en las órdenes religiosas que por aquel entonces estaban presentes en la ciudad.

Así lo recoge el libro «La Pasión de Córdoba» , publicado hace algunos años por ABC con el patrocinio de Cajasur. En esta publicación, dirigida por el historiador cordobés Juan Aranda Doncel , se relata que entre los siglos XVI y XVII existían en Córdoba un total de 17 cofradías penitenciales . Una cifra que resulta importante si se tiene en cuenta que la ciudad contaba en aquellos años con una población de poco más de 30.000 habitantes .

Es en esta época donde las órdenes religiosas tienen un papel trascendental en la creación de hermandades penitenciales, además de ayudar a difundir un gran número de advocaciones que contaban con gran arraigo en los distintos barrios . Mientras las parroquias contaban con una cuantiosa dotación fija de ingresos, los conventos debían de buscar s us propios medios y recursos para atraer fieles, y por ende, obtener ingresos. Es por esta razón que encuentran en las cofradías una vía importante para conseguir ese objetivo.

Esta importancia de las órdenes religiosas en la creación de hermandades se pone de manifiesto al observar la relación de iglesias donde tenían su sede canónica dichas cofradías. De esta forma, entre los siglos XVI y XVII está documentado que por ejemplo, en el convento de San Pedro el Real -desaparecido en la actualidad y cuya iglesia se corresponde con la de San Francisco-, tuvieron su sede tres hermandades: la de la Vera Cruz, la de San Antonio de Padua y la de San Diego y San Acacio . Otro ejemplo sería el convento de San Agustín , donde tuvieron sede la hermandad de las Angustias y la de las Ánimas y San Nicolás Tolentino.

La hermandad de la Soledad de Nuestra Señora y la de la Humildad de Nuestro Señor el convento de la Merced , la del Santo Sepulcro en el convento del Carmen o la de la Coronación de Nuestro Señor en el convento de la Trinidad son algunos ejemplos más de esta realidad. De esta forma, y según recoge «La Pasión de Córdoba», el 76,5 % de las hermandades penitenciales de la época se erigían en templos conventuales , mientras el 23,5 % restante se distribuía a partes iguales entre parroquias y hospitales.