«Música para Ángeles"
«Música para Ángeles" - ÁLVARO CARMONA
OBRA SOCIAL

El Císter lleva al hospital la música como terapia para los más pequeños

La hermandad de la Sangre desarrolla una iniciativa para hacer más llevadera la estancia de los niños ingresados en el hospital

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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Decía la educadora y médica italiana María Montessori que «los niños son los creadores de la humanidad», y verdaderamente en sus palabras existe una gran realidad. La hermandad de la Sangre, consciente del compromiso que tiene con la sociedad cordobesa como institución cristiana, ha incluido en su obra social una interesante y pionera actividad relacionada con los más pequeños. «Música para Ángeles» es una iniciativa que pretende hacer más agradable y llevadera la estancia de los niños ingresados en el Hospital Materno Infantil Reina Sofía de Córdoba. Mediante un taller con música, la corporación colabora con la Unidad de Motivaciones Emocionales de dicho centro, para que por unos minutos, los más pequeños se olviden de sus dolencias.

Poco antes de las 11.30 horas de la mañana, Raquel Aliaga, profesora encargada de desarrollar la actividad, comenzaba a preparar los diferentes instrumentos que utilizará en su terapia musical.

Transcurridos unos minutos, los niños se van sentando alrededor de la profesora, que les explica que es lo que van a realizar a continuación. Para «romper el hielo», Aliaga invita a los diferentes niños a presentarse. A cada uno se le asigna un instrumento, incluidos los propios padres que quieran participar en el desarrollo de la actividad.

Los pequeños olvidan sus dolencias y disfrutan jugando con la música

Las risas no tardan en aparecer en la sala, pues por unos minutos, los pequeños olvidan sus dolencias y disfrutan jugando con la música. Incluso alguno que otro se atreve a cantar canciones en inglés, haciendo las delicias del resto de sus compañeros y demostrando sus dotes para ser un gran cantante. Los padres, algunos de ellos visiblemente emocionados, comprueban cómo sus hijos se divierten. «Estas iniciativas ayudan mucho a los pequeños, porque en algunos casos lo estamos pasando muy mal y por un momento nos sirve a todos de respiro», señala uno de los progenitores.

A lo largo de la hora de duración que tiene la actividad, los pequeños interactúan con los diferentes instrumentos. Algunos prefieren los de percusión, como por ejemplo la pandereta, la caja china o el triángulo, mientras que otros se decantan más por los de viento, como la flauta dulce o la melódica. Al fin y al cabo, lo que importa es pasárselo bien jugando con todos ellos. «Esta iniciativa le sienta bastante bien a los pequeños, ya que por un momento se distraen con la música y olvidan que están en un hospital», señala Aliaga. Una bonita iniciativa donde la música, aunque sólo sea por unos minutos, es el mejor remedio para mitigar el dolor de los más pequeños.

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