Un reparto de alegrías y penas

Mañana se pone en liza la Copa del Rey para el Córdoba. El conjunto blanquiverde entra en escena en la tercera ronda de competición después de quedar exento en la ronda anterior después del sorteo y lo hará ante el Cádiz, que ha regresado al fútbol profesional después de varios años de purga en Segunda B. La cita será en el Carranza y a partido único, como ya ocurrió en la temporada 07-08. En aquella ocasión la eliminatoria cayó del lado amarillo en un partido disputado en El Arcángel.

En sus tres últimas apariciones al Córdoba no le fue bien. Cayó a partido único en segunda ronda ante Lugo (2015) y Deportivo (2013), así como ante el Granada en la ronda de 32 mejores en la campaña de Primera.

Como curiosidades, entre otras, de esos partidos, ante los herculinos se necesitaron 28 penaltis en la tanda hasta que falló Uli Dávila y ante los nazaríes se registró el debut de Florin.

Pero la Copa también dejó buenos momentos. Por ejemplo, en las temporadas anteriores en las que el Córdoba alcanzó los octavos de final. La más recordada fue la del curso 12-13, ya que el Córdoba dejó en el camino a rivales como Elche, Sabadell y Real Sociedad para encontrarse, merced al sorteo, al Barcelona. Como muestra, al cierre de esa temporada los ilicitanos ascendieron y los txuri-urdin se clasificaron para Liga de Campeones. Ante el Barcelona, en un decoroso partido en casa, cerraron la serie con un 0-2 y un 5-0.

Una temporada antes, el Córdoba de Paco Jémez estuvo muy cerca de llegar a cuartos de final. En su camino quedaron equipos como el Murcia o el Huesca, de Segunda, y el Betis, de Primera. Después, el equipo se hizo muy grande ante el Espanyol, al que le salvó de la eliminación un gol de Álvaro Vázquez a pocos minutos del final.

En sí, ese Córdoba tomaba el testigo del de Lucas Alcaraz, que empezó a tomarle el gusto a la Copa del Rey. En el curso, 10-11, en sendas prórrogas, superó a Numancia y Rayo para medirse y eliminar al Racing de Santander en una eliminatoria con final épico. Jorge Luque transformó un penalti en tiempo de alargue de la prórroga y permitió el pase a la siguiente ronda. Ahí, tras un empate contra el Deportivo en casa, el Córdoba ganaba 0-1 con un gol de Arteaga, pero una mano de Jonathan Sesma, que supuso el empate, y la expulsión de Tena condenaron al equipo blanquiverde a no pasar a la ronda de cuartos tras una agónica prórroga.

Un año antes, el Córdoba superó al Betis en el Villamarín por 1-2 tres días después de que el conjunto heliopolitano lo vapuleara en la Liga pero después quedó apeado en la ronda posterior tras perder contra el Rayo en El Arcángel (0-1). Así comenzó el idilio con una competición acostumbrada a más sinsabores. De hecho, en la temporada 07-08, fue el Tenerife de Oltra y Alfaro, lanzado a por el ascenso, el que lo dejó fuera, al igual que en la temporada anterior sucedió en la temporada anterior cuando lo eliminó el Cádiz. Curiosamente, el mismo rival de mañana.