Carlos González en la sala de prensa de El Arcángel
Carlos González en la sala de prensa de El Arcángel - ABC
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Las ratificaciones envenenadas de Carlos González a sus entrenadores

Las palabras del presidente mostrando su apoyo a Oltra recuerdan a otros casos que acabaron en destitución

CÓRDOBA Actualizado: Guardar
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La actualidad del Córdoba CF tiene a Carlos González y José Luis Oltra como principales actores de una historia inmersa en un déjà vu constante. El presidente de la entidad, en declaraciones a Cope, aseguró que el «mejor entrenador» que podía tener su club era el valenciano. De esta manera, González quiso salir al paso de las informaciones que daban por hecho un alejamiento con el cuerpo técnico califal. Sin embargo, lejos de zanjar completamente la polémica, las palabras del máximo dirigente blanquiverde han recordado a otros discursos empleados durante sus años de mandato y que acabaron con la destitución del defendido en cuestión. Es decir, la ratificación en el cargo suponía el paso previo a una amarga despedida.

De Berges a Ferrer pasando por Esnáider y Villa

Nueve han sido los entrenadores que han pasado por el banquillo del Córdoba CF desde que Carlos González arribara a la ciudad de la Mezquita en 2011.

De ellos, solo Paco Jémez (2011-12) y José Luis Oltra (2015-16) han completado una temporada al mando de la plantilla cordobesista. Rafael Berges (2012-13), míster del filial, suplió al canario aún con el triste sabor de la eliminación en Zorrilla y el único objetivo del ascenso a Primera División. Las dudas generadas por el equipo encendieron las alarmas de un posible relevo en el cargo que terminó aconteciendo en abril de 2013. No obstante, solo unos meses antes, González mostró su satisfacción con el preparador cordobés indicando que era «tan bueno o más que Jémez» y que cumpliría su vínculo contractual.

Su sucesor fue Juan Eduardo Esnáider, exjugador de Real Madrid o Real Zaragoza aunque falto de rodaje como técnico. No logró meter al club dentro de los puestos de cabeza y tampoco contó con el cariño de la grada. La crispación fue tal que González ofreció una rueda de prensa para ensalzar al argentino y confirmarle de cara a la 2013-14. «No tenemos dudas de su capacidad, estamos encantados con su trabajo y él no es el responsable de lo que está ocurriendo», aseveró. Añadió, incluso, que bastante había hecho cogiendo «un torito que no es agradable» y que para el siguiente curso no iban a estar «ninguna jornada fuera de los puestos de la promoción porque vamos a hacer un equipo top, con una campaña de abonados agresiva». Esnáider fue despedido semanas más tarde y el sudamericano denunció al Córdoba CF.

El elegido en este ambiente enrarecido fue Pablo Villa (2013-14), una jugada que recordó a la de Berges por contar con un inquilino que ya estaba en la casa. El inicio del madrileño resultó más que positivo y la disciplina pugnaba en la zona alta de la tabla clasificatoria. La irregularidad ganó terreno poco a poco y González decidió reaccionar. Su primera medida fue la de firmar a Pedro Cordero como director deportivo a mediados de diciembre de 2013. La contratación, según el presidente, fue para «apoyar al cuerpo técnico más que para reforzar la plantilla». Además, recalcó la falta de experiencia de Villa y el acierto con Cordero. «Hay que tener en cuenta que es el primer año que tiene un contrato profesional y entendimos que con el apoyo de más gente de fútbol se sentiría más cómodo». La derrota por 0-2 contra el Eibar en febrero de 2014 supuso el punto y final de Pablo en el club.

Albert Ferrer (2013-2014 y 2014-15), previo paso de Luis Miguel Carrión durante una jornada, se convirtió en la solución planteada desde la cúpula. El Córdoba CF logró subir a la élite del fútbol español con el «Chapi» después de aquel desenlace imposible de presagiar vivido en Las Palmas. El catalán comandó la nave blanquiverde para la máxima categoría solo en ocho encuentros de Liga (cuatro empates frente a Celta de Vigo, Almería, Espanyol y Getafe y cuatro derrotas ante Real Madrid, Sevilla, Valencia y Málaga). González, horas después de darle su confianza empleando el «pase lo que pase» y aún con la cantinela de que era «el mejor entrenador del mundo» para el equipo, optó por Miroslav Djukic (2014-15). El serbio no concluyó la campaña y José Antonio Romero (2014-15) se hizo cargo de un vestuario abocado al fracaso absoluto.

La hoja de ruta seguida con José Luis Oltra presenta demasiadas coincidencias a tenor de lo anteriormente expuesto. Habrá que esperar para ver si el presidente otorga aún crédito al actual entrenador o si por el contrario podría plantearse un relevo en el futuro.

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