Sotogrande: La meca andaluza del polo

El suelo tiembla en Sotogrande. Los caballos galopan detrás de la bocha. Las canchas de polo se llenan de aficionados ávidos de ver la potencia y la técnica, tanto de corceles como de jinetes. Los mejores equipos del mundo se acercan cada año para disputar los torneos que ocupan el mes de agosto en el Santa María Polo Club, junto al cual emerge una de las urbanizaciones más exclusivas de Andalucía. A escasos metros de allí la Marina contempla un desfile de lujo y poder económico. Sotogrande entra en plena ebullición tras el memorial Enrique Zóbel en julio. El desembarco de los mayores patrones del polo mundial lo hace uno de los epicentros de la alta sociedad internacional. Príncipes, aristócratas, políticos de alto nivel y grandes empresarios reinan al frente de un deporte que exige años de entrenamiento y en el que los jugadores son estrellas cotizadas.

Todo se convierte en un evento social con centro comercial incluido, restaurantes y la oferta de playa o navegación, a las que dedican las jornadas de descanso los moradores del lugar.

La temporada comprende cuatro grandes escenarios –parecido al circuito de tenis–. El torneo más importante es la temporada de Argentina en otoño. Luego todo se traslada a Estados Unidos, donde se encuentra otra de las grandes sedes mundiales. Con la llegada de la primavera la Copa de la Reina de Inglaterra toma el mando de la competición hasta el verano. Es cuando el calor se convierte en reclamo para que entre en juego el cuarto gran torneo del mundo: Sotogrande. «Los mejores equipos venimos aquí y eso hace que todos queramos competir. Siempre esas organizaciones traen a los mejores jugadores y por eso es importante ese torneo. Eso hace que a nivel internacional otorgue prestigio ganar aquí», asegura Facundo Pieres, uno de los mejores jugadores de polo del mundo y que llegó a las canchas gaditanas tras vencer en Inglaterra.

«Volver a ganar sería el punto máximo para terminar la temporada internacional y volver a Argentina con confianza», añade Pieres, que es jugador del Team Ayala, equipo vinculado a la familia Zóbel, propulsores de este deporte en la zona. Un grupo que comenzó como algo familiar, para disputar los torneos que se celebraban en La Cancha de la Playa que fundara Enrique Zóbel en 1965, padre de Ignacio Zóbel, actual patrono de este equipo. Desde entonces el deporte no dejó de crecer, hasta que se convirtió en uno de los principales reclamos del lugar. Este fin de semana, con las finales de la Copa de Oro –28 de agosto– se da por finalizado el verano y la «tournet» pasa a preparase para la temporada en Argentina.

En su entorno, el espía Joe McMicking fundó la urbanización con atraques y marina a las puertas de las residencias a principios de los años 60. Un proyecto que sumado al polo y al golf con el Real Club Valderrama atrajo a nombres relevantes como los Benjumea, Botín, Mora-Figueroa, Vallejo-Nájera, Álvarez Guerra o Alcocer, que encontraron en los torneos de polo y las jornadas de golf un divertimento exclusivo, sólo para la «high-class». Ahora la zona es uno de los grandes destinos europeos de turismo de calidad y el deporte es un aliciente más.

Cada año el Santa María Polo Club atrae un sinfín de caras conocidas de la «société» internacional. Entre los asiduos a este enclave gaditano, que emerge en los territorio de San Roque, están Luis Alfonso de Borbón y Margarita Vargas, que son participantes de los torneos que se celebran en el club. Un lugar por el que han pasado personajes como Carmen Martínez Bordiú o Jaime de Marichalar, que suele llegar con sus hijos y sobrinos del Rey Felipe VI: Felipe Juan Froilán y Victoria Federica. El retiro de verano de los amantes de la hípica como Cayetano Martínez de Irujo, que suele encontrarse con otros miembros del Ducado de Alba. Cuando las competiciones de polo avanzan, la nómina suele extenderse. El año pasado Valeria Mazza deslumbró con su presencia en las finales y este año ya pasó Nieves Álvarez. Es un lugar donde puede verse a Ana Rosa Quintana o a Sara Ferguson disfrutando de la tarde.

Un extensa nómina de ilustres que también participa de las acciones sociales que lleva a cabo el club de polo. La más notable es la hipoterapia. El dinero que cuesta acceder a las finales, sumado a las empresas del Campo de Gibraltar que colaboran, sirve para garantizar el actividad de la fundación benéfica creada por la familia Mora-Figueroa y que da apoyo a un centenar de personas con discapacidad. Considerado «el corazón del club» se ha convertido también en un centro que desarrolla formación de oficios con base equina con grado universitario homologado por la Juan Carlos I.