CAMINO DE ALMONTE

El Rocío de Cádiz pone rumbo a la aldea

Tras la tradicional misa de romeros, cerca de doscientos hermanos acompañarán al Simpecado en su camino hacia tierras onubenses

CÁDIZ Actualizado: Guardar
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El Simpecado de la hermandad del Rocío de Cádiz, arrastrado por dos mulas, recorrerá este martes las calles de Cádiz para hacer la visita al Ayuntamiento y posteriormente a la Patrona de la ciudad. Antes, en la iglesia de San José, los devotos y hermanos participarán en el rezo del rosario a las 7.30 y en la tradicional misa.

A partir de ahí, los romeros gaditanos comenzarán su camino a la aldea almonteña. En esta ocasión unos 180 hermanos acuden a esta la peregrinación además de cuarenta vehículos, treinta y cinco coches y cinco tractores. La carreta del Simpecado lucirá de forma significativa ya que llevará una reproducción de la imagen de la Virgen del Rosario en plata, justo en este 2017 lleno de efemérides de la Patrona.

Otra de las novedades de la carreta será la presencia de cuatro candelabros nuevos. Tanto la reproducción de la Virgen del Rosario como los candelabros se han conseguido después de muchos años y gracias a los donativos de los hermanos. «Que la imagen de la Virgen del Rosario se haya terminado este año es casual y a la vez nos alegra mucho», explica Manuel García Perales, hermano mayor del Rocío de Cádiz.

Durante los últimos días, los romeros han preparado con esmero esta gran cita. La carreta se ha limpiado y adecentado para portar el Simpecado. Irá exornada con anastasias y gerberas de varios colores (amarillo, blanco, verde, morado, rojo...) Además, como es tradicional, el Simpecado estrenará los dos ramos en los dos cordones.

García Perales es hermano desde 1984. Estuvo varios años sin salir y volvió a hacerlo en 2016. «Espero que esta vez nos acompañe el tiempo a la salida. Parece que las previsiones son buenas aunque vamos a tener días de bastante calor. La verdad es que para mí fue muy especial, muy emocionante llegar al Rocío por Doñana, me trajo muy buenos recuerdos», afirma.

Para el hermano mayor de El Rocío esta peregrinación anual supone un momento de esencial de religiosidad y recogimiento. «Hay que ir y estar allí y verlo y vivirlo. Porque el Rocío no es solamente los famosos y todo eso que se habla. Si lo vives desde dentro una hermandad es todo lo contrario. Es verdad que también existen ratos de convivencia porque no debemos olvidar que es una fiesta de alegría. Se celebra la bajada del Espíritu Santo, cuando Dios infunde a los apóstoles esa valentía que no tenían. Es una celebración que se hace al estilo que tiene Andalucía», indica el hermano mayor del Rocío.

García Perales considera que cada romero vive una experiencia única en cada ocasión en la que visita a la Blanca Paloma e insiste en la necesidad de vivir esta fiesta de forma alegre. «Pasamos unos días en los que aguantamos el calor, frío, la humedad... pero vamos con alegría porque es una hermandad de Gloria y se va de romería porque así es como hay que celebrarlo, hay que ser alegres y los que creemos en Cristo tenemos que vivirlo así».

Niños y personas mayores acompañarán a la carreta del Simpecado de la hermandad de Cádiz en este camino en el que se reencontrarán con la Blanca Paloma. «Pido a la Virgen que haya salud para todos y que las cosas vayan bien durante el camino, que no pase nada y que todos lo que vamos podamos regresar igual de bien que nos vamos», concluye Manuel García Perales.

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