GABRIEL CRUZ

Caso Gabriel Cruz: Los primeros días de Ana Julia Quezada en la cárcel

La pareja del padre de Gabriel está acompañada por una presa de confianza, come en su celda y no se relaciona con el resto de presas en El Acebuche

Momento en el que Ana Julia es trasladada de los juzgados EFE

R. PÉREZ

Ana Julia Quezada, asesina confesa del niño Gabriel Cruz , pasa sus primeros días en prisión. Ya ha pasado por el módulo de ingreso, en un ambiente de normalidad, y según fuentes penitenciarias su ingreso ha seguido los protocolos habituales; apertura de expediente, reconocimiento médico e ingreso. Aunque a ello ha habido que añadir medidas de seguridad excepcionales debido al «impacto mediático» de los hechos sucedidos, tras encontrar en el maletero de su vehículo el cuerpo del niño desaparecido el pasado 27 de febrero en Las Hortichuelas (Níjar).

Fuentes penitenciarias señalan que «hay centros que están más preparados que El Acebuche para atender a este tipo de internas» , puesto que la cárcel almeriense cuenta con más de treinta años. Etarras, violadores y otros delicuentes acoge esta residencia penitenciaria cercana a la autovía del Mediterráneo. «Esta mujer entra a través de un departamento específico, después de un periodo de tiempo tras ser evaluada por médico y psicólogo, además de otros técnicos, se determina el protocolo».

En total en El Acebuche, según informan a ABC fuentes penitenciarias, hay cincuenta celdas para mujeres que se distribuyen en forma de «L», dando al patio central la parte más larga y la parte más corta de la letra corresponde a un área separada con una cancela, aislada del resto.

«Hay un espacio apartado, donde se ha hecho el periodo de ingreso. Por razones de seguridad, al igual que en otra prisión, cuenta con el acompañamiento de una presa de confianza que tiene su recompensa por la atención que le prestan a este tipo de personas», indican.

De este modo, no es algo excepcional para El Acebuche, sino un protocolo que se aplica en otros casos donde se ha determinado por los expertos. Explican que es una situación «normal». En el pasillo de esa «L corta» hay unas celdas que dan al patio y otras que son interiores. Ana Julia está en un ala que no da al patio y «hasta el momento no se ha producido un hecho digno de mención».

Lo que sí es probable es que una vez pase el periodo judicial, Ana Julia viaje a otra provincia. «Se supone que pasado un periodo de tiempo puede que salga al patio con el resto de internas, aunque dudo que lo haga aquí en Almería , ya que ha tenido mucha repercusión. Lo más seguro es que la trasladen a otro centro», determinan fuentes penitenciaria

De este modo, Ana Julia Quezada sale al patio cuando el resto de presas están en sus celdas, comiendo en la intimidad de cuatro paredes. Sin embargo, como no tiene prisión comunicada puede contactar con el exterior y recibir visitas , siempre y cuano se autoricen.

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