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El líder de Podemos, Pablo Iglesias, cantando la Internacional Comunista junto a líderes indepentistas como el gallego Xosé Manuel Beiras, el vasco Sabino Cuadra, los andaluces Sánchez Gordillo y Cañamero y el catalán David Fernández - ABC

El día que Pablo Iglesias encabezó una cumbre de partidos independentistas de extrema izquierda

Dos días después de fundar su partido, Pablo Iglesias llamó a «imponer un proceso constituyente» a través de una «alianza» entre las fuerzas de izquierda que lideran el soberanismo catalán, vasco, gallego y andaluz

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¿Es Podemos un partido de izquierdas, de derechas o de todo lo contrario? ¿Apoyan el soberanismo en Cataluña? ¿Son sus ideas próximas a las de la izquierda independentista del País Vasco? ¿De verdad va a aliarse con el partido de Sánchez Gordillo y Cañamero en Andalucía? Estas son algunas de las muchas preguntas que los medios de comunicación trasladan al líder de la formación, Pablo Iglesias, sin llegar a obtener respuestas concretas que trasladar a la opinión pública.

Sin embargo, los gestos del secretario general de Podemos dicen mucho más que sus propias palabras. Y no solo los que las hemerotecas han recogido de sus polémicas declaraciones como presentador televisivo o de sus escarceos con movimientos antisistema previos a su actividad política.

También los que dio ya como fundador de un partido que pretende «asaltar» las más altas cotas institucionales. Es el caso, por ejemplo, de la afinidad que mostró Pablo Iglesias el pasado 19 de enero de 2014 –ayer se cumple un año– con los líderes de los partidos de extrema izquierda que defienden la independencia de las principales regiones de España.

La decencia de «los que se atreven a desobeder»

Así, tan solo dos días después de presentar en sociedad su proyecto político, Pablo Iglesias fue el encargado de abrir en Sevilla el acto que clausuraba el IV congreso nacional del CUT-BAI, la facción cofundadora de Izquierda Unida encabezada por Sánchez Gordillo y Diego Cañamero. Al encuentro asistieron también destacados independentistas como el catalán David Fernández, de la CUP, el gallego Xosé Manuel Beiras de Anova-Irmandade Nacionalista y el vasco Sabino Cuadra, de Amaiur. En este acto, celebrado bajo el lema «Andalucía, soberanía para la libertad» y en el que la CUT defendía una «Andalucía soberanista» frente a la «esclavización española», Iglesias defendió la necesidad de que todas estas formaciones «buscaran estrategias comunes para luchar todos juntos».

En su discurso, Iglesias verbalizaba su admiración por la ideología y los métodos de estas formaciones soberanistas, algunas de las cuáles parece más que dispuesto a integrar en sus aparatos regionales.«Sois la decencia política de los que se atreven a desobeder, y os dedicáis a hacer política jugandoos nada menos que la libertad», apuntaba Iglesias en la apertura del acto. A continuación, el líder de Podemos se definía como un «español muy de izquierdas», pero criticaba «las torpezas de muchos dirigentes de la izquierda española a la hora de entender la cuestión nacional».

«Existe un monstruo fascista escondido tras un amable rostro magenta»

En este sentido, Iglesias aclaraba su postura acerca del «derecho de autodeterminación de los pueblos que está grabado en el ADN de la democracia» saludando a sus compañeros de cumbre haciendo propias las proclamas esgrimidas por las fuerzas independentistas. Con sus gritos de «Galiza ceive», «Gora Euskal Herria», «Visca la Terra» y «Viva Andalucía libre», arrancó el aplauso del ala radical de IU-CA que aquel día se reunió en el sevillano centro cívico de Torreblanca clamando por la indepencia andaluza.

Tras tan rotundo inicio, Iglesias continuó disgregando su particular visión del contexto político que mantiene «en crisis al régimen político del 78, a su monarquía, su sistema de partidos turnantes, su organización territorial y su estructura económica». En su discurso, el líder de Podemos cargó contra los «socioliberales» del PSOE y fue especialmente duro con UPyD a los que ve como un «monstruo de fascismo y racismo escondido tras el amable rostro magenta de esos que dicen “los españoles primero”».

«Toca imponer un proceso constituyente»

Por ello, Iglesias considera «más necesaria que nunca la capacidad estratégica para establecer alianzas que sirvan para golpear todos y todas juntas». «Toca acumular fuerzas para imponer un proceso constituyente que devuelva la soberanía a los pueblos, por lo que hay que demostrar que somos capaces de golpear juntos para enfrentar a un enemigo que sigue siendo muy poderoso». Así concluyó el líder de Podemos un discurso que cerró con el puño en alto y con la frase «Podemos vencer si nos atrevemos a vencer».

No era la primera vez que Iglesias visitaba Sevilla para defender la unión política de la izquierda más radical ya que en diciembre de 2013 asistió a un acto en beneficio de La Corrala Utopía en que confesaba su pasado comunista y antisistema.

Podemos en Andalucía, la unión de Anticapitalistas y la CUT

Ya este pasado sábado, tan solo doce meses después de aquel encuentro con las fuerzas soberanistas, Iglesias volvía a Sevilla para llamar a la movilización de los andaluces a la «Marcha del Cambio» convocada por Podemos para el próximo 31 de enero en Madrid. Pero esta reciente visita también le sirvió para representar su alianza con la representante de Anticapitalistas, Teresa Rodríguez y el polémico líder jornalero Diego Cañamero, encabecen la candidatura «unitaria» que muy posiblemente se haga con el control de Podemos a nivel andaluz frente a las críticas y la «decepción» de parte de las bases del partido.

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